lunes, 19 de octubre de 2009

Malos sueños en una noche en Londres

(Escribe Hatta/Haim)


Dicen que cuando encontrás el amor, encontrás tu otra mitad. Eso nunca fue para mí tan particularmente cierto hasta entonces.

Nos encontrábamos en una base de la Tecnocracia. Buscábamos a los Caídos, que ya habían atacado varios lugares de Londres y seguían ganando terreno; no faltaba mucho para que culminaran el ritual que traería a Bren, un brazo del Wyrm, al mundo nuevamente.

Estábamos ahí todos: los muchachos y las chicas de la Cábala, y también estaba Eleanor. ¿Qué hacía ella ahí? ¿Cómo no la había mandado de regreso a casa? No: en esos momentos no había lugar seguro, y el más seguro era donde yo pudiera protegerla.

Elatha, aquel barabbi que traicionara a su Cábala y ayudara a Emereth en sus planes, estaba ahí; era nuestro adversario de turno. De repente, estoy frente a él. En esa época no lo noté -debí haberlo notado-, pero su hacha no era normal. No sabía, o quizá lo supe luego.

Un arco. Descendió sobre mí. No había escapatoria.

No hubo sangre, no hubo dolor físico. Mi cuerpo estaba intacto. Mi cuerpo físico, sí, pero algo no iba bien.

Su rostro blanco y esas motas de color, esas formas danzantes y esos ojos misteriosos... La mitad de ella a un lado, la otra mitad al otro.

Elatha reía. Emereth reía. El Caballero Negro reía.

Desgarrada, ella, mi alma misma, mi guía y mi vida era ahora jirones de lo que había sido.

Pero algo sucedió que nunca llegaré a explicarme. Podría haber muerto; peor aún, podría haber dejado de existir. Pero no. La mitad de ella encontró a qué aferrarse. Mitad en mí, mitad en Eleanor, mi Avatar seguía aquí.

Pero Emereth y los suyos aún reían.



Thom despertó de un mal sueño; estaba agitado y empapado de sudor. Elly le acarició el pelo. "Ya está, fue un sueño..." Thomas sabía que no, no había sido un sueño, más bien un recuerdo, un fragmento de su vida que jamás olvidaría y que, quizás, pese a las mil vueltas que le diera, jamás entendería. "Sí... perdón, te desperté." La sonrisa de ella lo calmó.

Trató de volver a dormir. Eleanor no tardó nada, pero él dio vueltas sin poder conciliar el sueño. Entre lo que había pasado con Nic-no-Nic, la información de que Nathan estaba en manos de la Tecnocracia, y el pacto que acordó Gabriel con Solomon, su cabeza no paraba de pensar.

"Estúpido Gabriel, no sabés nada. No entendés que un pacto implica más que un simple acuerdo que podés romper así como así... Un pacto implica una unión, un compromiso, y esas cosas no deben tomarse a la ligera."

Un pacto implica un lazo; un lazo implica un puente... Recordó eso que había notado, las grietas en la frontera entre este mundo y los Otros Mundos. Si había pensado en dormir, ya debía olvidarse de hacerlo.

"No saldré. Me quedaré aquí encerrado hasta que esto pase... Consultaré con Gabriela y con Nathan... Nathan; ¿dónde te tendrán?"

Salió silenciosamente de la habitación que compartía con Eleanor en el Chantry, y fue a la cocina. Un té y unas galletas podrían distraerlo.

"Si lo tienen Solomon y su hermano, pueden haberle implantado quién sabe qué horrores tecnológicos en el cuerpo, y él mismo puede no saberlo. No es seguro que entre aquí sin que antes -como mínimo- lo revise Letitia. Pero quizá eso ni siquiera baste. Habría quedado alguna marca de lo que hayan hecho, sí: podré descubrirla, o Nic podrá. Nic... ¿cuánto puedo confiar en Nic? Él dijo que ya pasó todo, pero si antes algo de él entró aquí y trató de matar a Leti -y mató a muchas personas antes, potenciales aliados... inocentes-, ¿estamos seguros con él aquí dentro?"



Caminaba por el Chantry cuando entró Nathan. "Thomas!" Estaba muy alegre, volvía a su casa. Me abrazó, y corrió a por su computadora. "Siempre igual vos, eh", le dije, y reímos. Entonces llegaron los demás, desde sus habitaciones. Todos estaban muy felices. Incluso Nic sonreía profusamente.

Nathan tecleó en su computadora y nos mostró algo: "Miren, esto los va a sorprender" Una luz cegadora nos encandiló. Desde la puerta, por el techo, incluso desde mi habitación -"Elly!", exclamé, al verla junto con ellos tan calmada y sonriente- llegaron soldados de elite de la Tecnocracia, algunos humanos, incluso esos androides que una vez nos atacaron...

Nic sacó su revólver y le disparó a Nathan. Luego, mató a Letitia y a Gabriela. Me apuntaba a mí mismo cuando todos, yo incluído, giramos al ver que Marianna venía desde un parsillo, llena de vitalidad, recuperada y poderosa. "Vino en nuestra ayuda", grité en mi mente con alegría. Empezó a arrancarse la piel; el pelo se cayó a mechones: era Hiperion, que finalmente logró controlarla y usarla para entrar al Chantry. Tenía en sus manos el Cuerno que cuidábamos en el Nodo.

Por el lado de la entrada llegó Solomon, pero no era Solomon sino Aslesa; junto a él/ella, Emereth y los demás. Hiperion invocó a Bren y al otro ser del Wyrm. Emereth tenía al tercero...



Despertó de un salto en la mesa del comedor; sus ojos llenos de lágrimas; sus dedos eran largas garras de algo parecido a hueso. Respiró para relajarse, y volvió a la normalidad. La taza de té estaba aún tibia: no habían pasado siquiera veinte minutos.

"Acabo de llegar y ya no estoy pudiendo controlarme. No: esto no puede seguir así."

Bajó al Nodo. Se aseguró de que todo estuviera en orden, y se acostó en el suelo.

"¿Qué tenemos que hacer ahora? Solomon unido a Gabriel por un pacto: tiene que deshacerlo. Nic y Nathan en posiciones poco confiables: debo encontrar la forma de estar seguro de que no son una amenaza. La Tecnocracia y su maldito proyecto nuevamente activo... ¿Siguen aliados a esa empresa del Wyrm? Si es así, implica que Emereth puede estar rondando..."

Se había ido, pero Thom sabía que con un Archimago de Tiempo buscando la tercera pieza de su juego macabro, cualquiera que pudiera servir de guía hasta ella podía regresar del pasado.



Despertó cuando ya era de día. No recordaba sus últimos sueños, y esto lo tranquilizó. Eleanor lo encontró después, y esta vez no le cuestionó nada.

Tenía que hablar nuevamente con todos, y debían ponerse de acuerdo en cómo proceder. No dejaría que las cosas se le escapasen de las manos una vez más. No podía. Había demasiado en juego.

1 comentario:

Helcawen dijo...

Como pueden pensar que Nathan va a volver al chantry sin primero asegurarse de estar limpio??? Nathan va a salir de ahí y no va a volver a ningún lado hasta no estar seguro de que NO tiene nada que los pueda dañar/perjudicar de alguna forma :)