miércoles, 3 de marzo de 2010

Epílogo

Cuando por fin logró hacerse la lanza, Julie ató la esfera a ella. Con ella, podía evitar el desmadre que había causado Argonexes. Sabía que desaparecería: ella provenía de un tiempo caótico, una línea dónde su nacimiento llevó consigo la unidad de las esferas en ella misma. Por eso Argonexes la sacó de su continuidad: la necesitaba para canalizar la esfera azul, el Despertar, el último fragmento de los Puros, la tabla atlante, la esencia de la creación, el avatar universal, y usarlo para ofrecer el Descenso Nephandi a sus amos corruptos. Siempre que cada reencarnación de Jasón viviera, Argonexes tendría control.
La pitonisa lo sabía y utilizó su poder al máximo para que cada uno de los principales elegidos pudiera destruir a Argonexes en los distintos tiempos. Ninguno falló.
Julie tenía que garantizar la continuidad, pero la corrección no fue absoluta. Hubo cambios, que gracias a su control de la Unidad pudo arreglar. Y liberó el Despertar para esta continuidad. Las diferencias no eran tan notorias, pero el mundo era esencialmente el mismo, con sus cosas positivas y negativas. Al fin y al cabo, ella no había conocido un mundo mejor, ni tampoco podía crear un paraíso: sostuvo lo que ya existía, en base a los recuerdos de aquellos que la habían defendido.

La lanza reunificada había servido para anular la original, que Argonexes no pudo utilizar más que para absorber el tercer demonio. La esfera azul jamás cayó en sus manos. Y la Unidad prefirió acompañar a su padre y a sus aliados.

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Esa noche, Gabriel no podía creer su suerte. Su mundo perfecto había vuelto a la vida. Disfrutaba de una plácida cena con su chica, sus alumnos y el bocón de su mejor amigo. Unas pizzas compradas en lo de Tony, grasosas pero sabrosas, si bien no eran el ideal de la comida que un hermano akashico debería consumir, él tampoco era el ideal de un hermano akashico. Poco importaba ya, tenía la chance de recuperar su mundo y cambiar sus errores. Sabía que el dragón, quisiera o no, era destrucción pura. ¿Tendría la chance de controlarlo?

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Gunnar se había alejado con su mujer. Se sentía más libre, no tan aquejado por su tímidez. Estaba dispuesto a asumir un rol dentro de los suyos más importante: era un enlace natural con los magos, tenía una perspectiva distinta de la de los lobos y no carecía de poder en lo absoluto. Sabía más cosas también: Al no existir Argonexes, conocía dónde estaban sellados los demonios. Esperaba convencer a Natasha para poder ir a reforzar los sellos... o en su defecto a destruirlos. Por lo pronto: vacaciones. Quería ver a su hermana, ya iba un tiempo largo que no la veía.

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Nic volvió a su casa de muebles. Su trabajo como enfermero ya era historia, había aceptado su costado más combativo, en vez de asumir un balance con su lado más sanador. Por eso, tenía frecuentes sueños con mundos umbrales que recordaban al Infierno. Era el precio de conocer la Buena Muerte, la muerte que los Euthanatos dispensan a aquellos cuya vida causa daño al Destino. Reanudó sus buenos tratos con los vampiros: le causaba gracia conocer por "segunda vez" a Daphne. Y no había ni rastros de Jack The Reaper por la ciudad.

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Benjamin aprovechó su fuga de la Tecnocracia para unirse a una cábala londinense. Era arriesgado, pero tenía buenos aliados, su mujer con él, otra científica loca e increíblemente ayudaba a... los techies a coordenar algunos proyectos. Había hecho buenas migas con la doctora Aubrey, una biologista que experimentaba con patrones mentales y nanomáquinas. Incluso había podido estudiar algunos modelos de ellos. Estaba cómodo en Londres, pero lo tentaba un regreso a Berlín. Mientras Violet y su pileta de nanites viajaran con él...

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Eleanor miraba con intriga a Thom. No había forma de que entendiera porque para enfocar debía erigir una plegaria a un dios olvidado celta o bien lacerar su carne para realizar su arte. Prefería la técnica numerológica de los maestros herméticas. Esperaba que su marido no se enojara, pero secretamente había enviado, por medio de Gabriela, una solicitud para ingresar a la casa hermética Fortunae. Los números no mienten después de todo.

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Victoria se preparaba para su cita. No era la única que iba a salir esa noche. Parece que estaba de moda salir con tecnomantes. Gabriela saldría con Solomon, una velada algo sofisticada, pero es lo que ella soñaba: opera, restaurant fino, una velada algo lujosa. En cambio su prima era más mundana: cine, cena, baile. Después del conflicto con ese nephandi que había arrasado con la cábala en la que estaba Letitia, las cosas se habían tranquilizado. Mejor así.

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Bienvenida a la Unión Tecnocrática.-
Muchas gracias.-

Emery Morgan sonrió. La habían incorporado a la Unión con una recomendación de Solomon. Estaba feliz... era una forma de tratar de comenzar una nueva vida. Sin el espectro de Jezebel, que yacía perdida en un reino umbral caótico encontrándose a sí misma, ni la maldición de Ville, ni la influencia demoníaca. Era libre de la oscuridad.

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Los fantasmas de la noche londinense retomaban sus grilletes. Por una vez, reinaba algo de tranquilidad sobre la ciudad.

At night they would go walking 'till the breaking of the day
The morning is for sleeping
Through the dark streets they go searching
To see god in their own way
Save the night time for your weeping
Your weeping

Singing la la la la la la la ehh
And the night over London lay

So we rode down to the river
where Victorian ghosts pray
For the curses to be broken
We go underneath the arches
Where the witches are and they say
There are ghost towns in the ocean, the ocean

Singing la la la la la la la ehh
And the night over London lay

God is in the houses and God is in my head
And all the Cemeteries of London
I see God come in my garden but I don’t know what he said
For my heart it wasn’t open
Not open

Singing la la la la la la la ehh
And the night over London lay

Singing la la la la la la la ehh
There’s no light over London today

(escribió Draften)

Mago 2º parte: Fecha 13

Los primeros en reunirnos a almorzar fuimos Nic, Thom y yo. Thom no quería llamarnos cual soldados, así que fuimos cayendo y a medida que llegábamos nos uníamos a la conversación.
Había llegado la hora de decidir qué íbamos a hacer, y Thom era partidario de empezar por Jerusalén. Yo le dije que prefería primero acabar con los “Jason” porque en el caso de que tuviéramos que pelear con el tercer demonio y alguno moría iba a ser más difícil después ir a buscarlo a otra línea temporal, ya bastante teníamos con “convencer” a uno de los Jason para que nos ayudara con la lanza de Time.
-Deberíamos decidir a dónde va a ir cada uno- les dije.
-Quizás las lanzas mismas nos lo indiquen- opinó Thom.
Gabriel tenía la teoría que para cada tiempo correspondía una de las lanzas, pero eso no era seguro y no teníamos ni forma, ni tiempo de averiguarlo.
-Tenemos que tener un “plan B” por si las lanzas no lo indican, no podemos ponernos a pensar a dónde va a ir cada uno ahí, podemos hacerlo ahora. Thom ¿alguna preferencia?- le pregunté.
-Si puedo elegir voy a la época Atlante.
-¿Nic a dónde querés ir?
-Babilonia.
-¿Gunnar?
-Egipto.
-Nathan vos deberías ir a la época de los argonautas- me dijo Thom.
-Por primera vez, estoy de acuerdo con Thom- acotó Gabriel.
-¿Por qué?
-Porque en ese tiempo vimos a tu hija, y ella tiene que ver en todo esto- cuando vio mi cara dijo- Bueno, a la niña. Además hay que convencer a Jason de que se nos una, creo que el de esa época es la mejor opción.
-Está bien, yo voy.
-¿Y vos Gabriel?
-Podría ir a la época de Alejandro… o la batalla de Cannas…
-Benji podría ir a Alemania- les dije.
-No, eso sería muy peligroso, podría encontrarse fácilmente consigo mismo- dijo Thom.
-¿Entonces?
-La revolución industrial- dijo Gabriel.
-Bueno, entonces que Solomon vaya a la Segunda Guerra.
-Y quedaría la llegada de los mongoles a Europa y la batalla de Cannas.
Quedó decidido que era muy peligroso enviar a Jezebel a la época de los mongoles así que fue Emereth la designada.
En ese momento llegó Solomon, traía sobre los hombros a Benji, detrás Violet y Gabriela lo acompañaban y Emereth salió de su misma sombra.
-Bueno, parece que ya estamos todos- dije.
Thom ayudó a Benji que estaba inconsciente y le dijimos a cada uno lo que habíamos decidido, ninguno tuvo objeción así que planeamos la ida a Jerusalén.
Busqué la lanza a petición del grupo, estaba en la iglesia principal de la ciudad, debajo del altar.
-Bueno, vamos entonces ¿quiénes van a venir?- preguntó Thom.
-Antes de eso… ¿Nathan probaste a traer la lanza?- me preguntó Gabriel.
-No, asumí que no iba a poder traerla como pasó con las demás.
-Probá
Y así fue, ni siquiera nos tuvimos que mover, la lanza vino a mí sin ningún problema.
-Ok, esto fue más fácil de lo que esperaba.
-Eso significa que Jason ya tiene al tercer demonio- informó Emereth.
Las lanzas resonaban entre sí, decidimos ir a una sala especial para ver qué pasaba si las dejábamos juntas. El primero en probarlo fue Thom, su lanza se unió a la de Time y Death sin problemas. Todos dejamos nuestras lanzas, a pesar de que no estábamos seguros de si las íbamos a necesitar o no para la misión. Benji fue el último en dejar su lanza de Mater. Igualmente no había forma de que las usáramos, yo lo había intentado y la lanza no afectaba ni a favor ni en contra a mis efectos, era completamente inútil.
Thom dijo que yo llevara la lanza así que la guardé.
Cada uno se caracterizó con la vestimenta de la época a la que tenía que viajar y nos preparamos mentalmente para lo que iba a venir.
Marianna nos condujo hasta “El fin del tiempo” y nos despedimos.
-Bueno, lo que viene es a todo o nada, sé que quizás no todos los que estemos en este lugar nos llevemos bien… pero ahora todo depende de nosotros- dijo Gabriel- no fallen.
-Y vos no te mueras- le dije.
-No me voy a morir- dijo él.
-Nos vemos a la vuelta- les dije y crucé el portal con Vicky.
A Thom lo acompañaría Eli, Solomon iría con Gabriela, Benji con Violet, Gunnar con Natasha, Gabriel con Leti, a Nic lo acompañaba una muchacha de cabello enrulado y ojos verdes muy bonita de la casa Shaea. A Jezebel la acompañaron un hombre rubio de anteojos y su mujer una muchacha de rasgos árabes también de la casa Shaea, sus nombres eran Ezequiel y Fátima. Emereth no quiso que la acompañaran así que fue sola.

*****

A partir de allí, solo íbamos a ser Vicky y yo. Mi foco en esa época iba a ser un problema, pero aún así podía escribir en binario. Mientras buscaba al hombre Vicky comenzó a hablar en griego con un marinero. Estábamos en el puerto, pero no pude identificar si era la misma ciudad que la del sueño que tuvimos o no.
El hombre comenzó a conducir a Vicky a una tienda, estaba claro cuáles eran sus intensiones, y ella empezó a hacerme señas para que lo noquee. Intenté dormirlo pero no pude hacerlo, así que agarré una piedra del piso y se la partí en la cabeza.
-¿Estás loca?
-Listo, necesitaba uno de estos.
Me mostró una moneda, vi como dibujó algo en un papel y las monedas se multiplicaron.
-Ahora ya tenemos plata- me dijo de lo más feliz.
-No vuelvas a hacer eso, por favor.
Busqué a nuestro hombre y lo seguimos hasta un templo. De allí se dirigió a la ciudad y tratamos de que no nos viera pero fue en vano.
-¡Argos!- se sorpendió.
-¡Capitán!
Era la única palabra que me acordaba del sueño, y no sabía hablar griego, las cosas se estaban complicando… pero Vicky habló con él y él la abrazó. Hablaron algunas palabras y luego ella me dijo:
-Cree que soy tu hija, le metí un verso de que estabas tomando una poción de oriente para quedar así de joven, dijo que estabas igual a la última vez que te vio.
Genial habían pasado varios años de ese sueño, y ahora seguro Argonexes estaba en su cuerpo, no había duda. Ya no había forma de hablar con nuestro pasado amigo Jasón.
-Decile que tenemos que hacer algunas cosas pero que nos juntamos después a cenar.
Ella hizo la traducción y él se marchó.
Pasamos el día hasta que fuimos a la posada en la que nos había indicado nuestro “amigo”.
Vicky habló con él y él me preguntó qué había estado haciendo esos años. Le dije que estaba investigando sobre rutas marítimas, y había estado estudiando el clima… mierda, yo no era marinero no tenía idea de qué hablarle.
Vicky me dijo que le envenenara la sopa, que estaba empezando a sospechar, lo que no era raro. Le envenené la bebida pero él se dio cuenta.
-¿Quiénes son ustedes?
-Salí del cuerpo de mi amigo- le dije.
-¿Estás seguro? ¿Me vas a dejar hacerlo?
-No
Ese “no” fue porque yo sabía que estaba pensando hacer, tenía miedo de que usara a Vicky como receptáculo. Lo sentía por la misión, pero no podía dejar que lo haga. Le partí el corazón a la mitad y Jasón cayó muerto sobre la mesa. Pero fue inútil, Argonexes todavía seguía allí, podía sentirlo y me hablaba directo a la mente.
-Así no- me dijo- ¿Cuánto la querés?
Iba a hacerle algo a Vicky, intenté frenarlo pero fue en vano. Vi como Vicky escupía sangre y caía sobre la mesa al lado de Jasón. Había usado el mismo efecto que yo hice contra ella, lo sabía.
En ese momento solo quería una cosa, matarlo.
Lo frené en el tiempo para que no tomara otro cuerpo y nos encerré en una burbuja de Correspondence para que él no pudiera escapar. Sí, iba a morir, pero él también.
No vi más nada, solo oscuridad, y no quería ver otra cosa, sabía que Vicky había muerto.

*****

-¿Dónde está Vicky?
No solo fallé al intentar destruir a Jason, también había perdido a Vicky…
-Fallé…
-No fallaste Nathan
Era Thom.
¿Por qué? Yo no quería volver ¿Por qué me trajeron?
-Vamos a ir a buscarla- trató de tranquilizarme, pero yo sabía que estaba muerta, antes de que Mariana lo confirmara, solo que no quería creerlo. Yo la había visto caer, Argonexes la había matado con el mismo truco que yo había usado para matarlo a él.
Un corte en el espacio donde estaba el corazón.
Vicky… otra vez perdía a la mujer que amaba y otra vez era por mi culpa… Mi corazón se había muerto con ella.
Thom me puso su mano en el hombro.
-Nathan, ahora tenemos que seguir
Sí, quería ir a destruirlo, matarlo y revivirlo mil veces solo para mitigar el dolor que estaba sintiendo. En ese momento escuché una voz que me dijo:
“Ayudame. Ayudame, por favor”
Su insistencia me devolvió a la realidad. Conocía esa voz, era la niña, mi futura hija.
-Thom, ella me está pidiendo ayuda, tenemos que ir rápido.
Benji fue el que armó el plan, íbamos a impedirle todo movimiento, le íbamos a bloquear la magia, Solomon y Gabriela se encargarían del plano mental, Thom y Gunnar del Espiritual, Gabriel y Benji de la energía primaria y yo lo iba a retener con Time.
-Nic vos tenés que buscar su punto débil- le pedí. Él era el que más podía ayudar en ese asunto.
-Entendido.
-¿Quién va a llevar la lanza?- preguntó Thom.
-Yo…- dijo Eli tímidamente.
-Yo no tengo objeción- dije y le tendí la caja.
Cuando llegamos a Jerusalem vimos un enorme cráter en el medio de la ciudad, en el centro, en el medio del aire aire, estaba la niña, sosteniendo una esfera azul, un campo la protegía pero Jason lo estaba debilitando. Thom llegó a ver un hilo plateado que la ataba a Jason, la había traído desde el futuro.
Todos comenzaron a levantar los escudos y yo hablé con ella.
-Helena, venimos a ayudarte
No sabía su nombre, pero así se había llamado cuando yo era Argos.
-Mi nombre es Julie.
-Julie, no tengas miedo te vamos a ayudar
-Él no puede tener la esfera
-No la va a tener, quedate tranquila
El plan, tenía que seguir el plan. Frenar en el tiempo a Jason, fortalecer el escudo que íbamos a crear con mis compañeros.
“Perdoname Vicky, no pude protegerte, moriste por mi culpa, tengo que salvarla a ella, no importa si me muero.”
Jason no podía hacer magia, pero Nic vio el centro de su poder, tres esferas negras en su pecho, eran los tres demonios, y hacia allí apuntó la escopeta. Emereth sacó una vez más a esa criatura con forma de cien pies gigante, ella era la única que podía luchar contra ese poder.
-¡Necesito tiempo!- gritó.
Así que los demás nos encargamos de brindárselo. Pero Jason se curaba después de los ataques. Uno a uno nuestros compañeros caían, así que Thom dejó en manos de Gunnar el plano espiritual y comenzó a levantar a los caídos mientras yo reforzaba con mi poder el escudo de Julie.
Jezebel tuvo una tarea bastante difícil, el Jason de púrpura hizo su aparición y ella fue la encargada de distraerlo.
Vi que Violet se acercaba ella y se metía en el campo para abrazarla y protegerla con su propia vida, Eli se estaba acercando a las dos con la lanza.
-Gabriel, bajá los escudos y atacalo. No le estamos haciendo daño…- le dije a la vez que le pedía a Thom que hiciera un efecto de Life para impedirle a Jason que se curara el daño que le hacíamos.
Sabía que Gabriel iba a sacar al dragón, y así fue. El dragón se desprendió de su mano y Jason con una sonrisa en sus labios lo absorbió. Gabriel se había quedado sin su avatar.
Emereth sacó el dragón de Jason y el mismo se elevó en el aire, se multiplicó en muchos dragones en una nube negra alrededor de Emereth. Ella le dijo a Gabriel que se uniera a ellos y un último ataque hizo que se desintegrara junto con ellos.
Natasha atacó en su forma de crinos, pero también cayó, como consecuencia Gunnar bajó el escudo y comenzó a atacar el espíritu de Jason. Yo sabía lo que él estaba sintiendo.
Emereth le fue sacando del cuerpo los demonios a Jason y los devoró ella, uno a uno. El último disparo de la escopeta de Nic se llevó por fin a nuestro enemigo, al enemigo de toda la humanidad, porque lo que siempre había querido Argonexes había sido el descenso.
Julie nos pidió que nos acercáramos a ella.
-Gracias, ustedes impidieron el descenso de la humanidad, ahora todos tienen que poner sus manos sobre la esfera.
Era la esfera de la unidad, ahora el mundo despertaba de nuevo, como lo había hecho ya una vez, hacía mucho tiempo.
Eli le entregó la lanza a Julie y ella la utilizó para volver el tiempo atrás… para llevarnos otra vez al lugar donde todos nos habíamos conocido.

*****

Después de que tocamos la esfera azul, el tiempo volvió atrás, estábamos en el chantry de la Universidad de Londres, no hacía mucho que había escapado con Benji de la base tecnócrata. Los que no habíamos muerto recordábamos todo lo que había pasado, pero los que sí habían muerto, no recordaban nada. Alex estaba también con nosotros y Gabriel abrazó contento a su mejor amigo como sino lo hubiera visto en mucho tiempo, solo él entendió por qué.

Y ahí estaba ella, otra vez frente a mí, quise correr hacia ella y abrazarla, decirle que la amaba, que me perdonara por haberla dejado morir, pero ella no recordaba nada de eso… Me miró con esa sonrisa en su rostro, ya no la merecía, y aparté la mirada.

Sabía que si le hablaba, que si le pedía una cita ella hubiera aceptado, pero ya no quería hacerlo, yo no podía protegerla… era muy peligroso que volviéramos a estar juntos, iba a ponerla en peligro, podían usarla otra vez para destrozarme a mí, no podía permitirlo. Sabía que John no estaba muerto y él era capaz de hacer eso y mucho más. No podía arriesgarla, no iba a soportar perderla de nuevo… Añoré su compañía, añoré sentir su cuerpo abrazado al mío, añoré sus besos, sus caricias, añoré sus ojos mirando fijamente los míos. Me sorprendí al sentir las lágrimas, ya no recordaba si había llorado alguna vez.
No, no puedo hacerlo, lo siento Julie, me hubiera gustado mucho que nacieras.

Salí de mi habitación, ahora todo estaba tranquilo, Thom iba a quedarse, al menos eso dijo, y yo iba a ayudarlo con la cábala. Ahora solo tenía a mis amigos y así iba a ser, quizás no nos viéramos tan seguido ahora, pero estoy seguro que puedo contar con ellos. Ellos son mi familia.

-Nathan, Nathan…- era su voz, y que doloroso era escucharla ahora.
-Vicky ¿qué pasa?- le pregunté.
-Mirá, se estrenó Avatar en 3D ¿vamos?
-¿La de James Cameron?
-Sí ¿qué te pasa? Estás raro, parecés triste por algo…
-Estoy bien…
-Todos están raros, algo pasó y nadie me lo quiere decir, ni siquiera Eli.
Me quedé callado.
“Sí, pasaron muchas cosas, pero no las recordás por mi culpa”
-Debe ser tu imaginación…
Ella me miró con esa cara de desconfianza, la misma que había puesto cuando volví de la base tecnócrata, el mismo día que la había invitado a cenar, el día de nuestra primera cita.
-Bueno, supongo que ya alguien se dignará a contármelo…
-No pasó nada Vicky.
-Mentira, no te creo, pero bueno ¿vamos a ir o no a ver Avatar en 3D?
-No sé… no me interesa mucho…
-¿Ves que sí estás raro? Me dijiste que te morías por ver esa peli desde que viste las primeras imágenes, y hasta se parece a esos juegos que siempre jugás… Sino querés salir conmigo a verla decímelo y listo, prefiero eso a que me mientas.
Me acerqué a ella la miré a los ojos y sonreí. Creo que no esperaba que la mirara tan fijamente porque al instante se ruborizó y miró hacia la puerta.
-Bueno, cuando te decidas avisame- dijo y se dispuso a irse.
-Vicky, esperá…
¿Qué estaba haciendo? No podía arriesgarla de nuevo… Pero ya no podía alejarme de ella, la amaba demasiado, y por fin, después de tantas batallas, iba a poder estar a su lado como le había prometido…

“¿Qué vamos a hacer cuando todo esto termine?”
“Podríamos ir al cine, a bailar, a cenar… todas las cosas que no podemos hacer ahora por estar ‘salvando al mundo’”


-Está bien, vamos a ver la peli, pero con una condición.
Ella me miró sorprendida, una vez más no se esperaba esa reacción.
-¿Cuál?
-Después de la peli vamos a cenar.
-¿Me estás pidiendo una cita?
-Quizás…
-Está bien, pero vos elegís el lugar, yo reservo las entradas para el cine.
En ese momento tuve el impulso de ir hacia ella y besarla, pero me contuve, no iba a apresurar las cosas, solo tenía que esperar que ella se volviera a enamorar de mí.
El destino… no, mi futura hija, me estaba dando una segunda oportunidad, y yo iba a entrenar muy duro, iba a proteger a Vicky, no importaba cómo, no iba a permitir que le hicieran nada.
-Hace rato que pensé el lugar- le sonreí.

La calma antes de la tormenta

Marianna venía pensando cómo organizar el grupo. Cada uno de ellos tendría que ir a uno de los nueve tiempos, cada uno decidiría a quién enfrentar. Ella podía encontrar a Argonexes en los distintos tiempos, solo era cuestión de que utilizara los portales del Fin del Tiempo para llevarlos. La pregunta era: ¿Estaban ellos listos para enfrentarlos?

Buscó junto con la Matriarca de la casa Shaea los registros históricos de cada época. Cada uno de estos tiempos marcaba un momento clave en relación a cada una de las nueve esferas, pero ahora había diez, o al menos eso aseguraba la fragmentación de las lanzas.

Cronológicamente, sabía que el primer portal llevaba un tiempo fuera del tiempo, un imperio de una raza ya desaparecida, cuyo poderoso y avanzado reino se encontraba sobre el oceáno. El segundo llevaba al Egipto anterior a los faraones, casi el comienzo de la humanidad como sí. Interminables arenas, la presencia de las pirámides y la esfinge apuntando a Orión. Babilonia, el gran foco de civilización de Oriente, era el tercer destino, con su cultura y perdición... y su torre. La soñada época argonauta era la cuarta, vencer al Argonexes que había tomado el lugar de Jasón.
Tras estos portales, aparecían los más "conocidos": La conquista del macedonio, la triunfal batalla de Cannas, la llegada mongol a Europa en Liegnitz, el surgimiento de la revolución industrial en la gigantesca y sucia Londres y la sanguinaria Segunda Gran Guerra.

Cada uno de ellos debía elegir un lugar. Debían evitar encontrarse a sí mismos, ya sea físicamente o conectarse con sus vidas pasadas.
¿Podrían?

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Letitia y Gabriela conversaban como las dos amigas que eran. Poco importaba que habían quedado en bandos opuestos, era algo que se vería después. Leti sabía que relación con Gabriel había muerto definitivamente, y que si bien ella entendía su naturaleza, él no la cambiaría. Gabriela le daba ánimo a su amiga, pero ella sabía que si su relación con un Hombre de Blanco daba frutos, su vida como hechicera de tradiciones llegaría a su fin. Pero a diferencia de sus pasadas y frustradas relaciones sentimentales, tenía mucha fe en esta.
Prometeme que si te cruzas de bando no vas a dispararme.-
No lo voy a hacer, y espero que vos tampoco.-

Ambas se abrazaron, se conocían hace poco, pero se querían desde siempre.

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Solomon acomodó sus armas en su saco. Tenía preparados todos los sistemas, los generadores de nanomáquinas que las depositaban en el aire. Las pequeñas consumían el aire y la materia cercana y servían de foco a sus comandos de voz. También funcionaban mentalmente, al estar configuradas a su espacio electromagnético mental. Era solo cuestión de pensar para crear.
Frente a él, Emereth estaba lista. No se había mostrado porque sabía que su presencia era problemática. No todos confiaban en ellos dos, pero al menos a Solomon lo habían ido a rescatar.
Aslesa.-
Ese no es mi nombre, lo fue en una vida pasada, no obstante el amor de ella por tu persona es fuerte... dime hermana.-
Una vez que termine esto... ¿qué haras?.-
Matarte y matarlos a todos, por supuesto, son subversores de la realidad.-

Ella se quedó en silencio. Sólo él lograba ponerla en una posición sumisa... con su fuerte personalidad abarrotada por su sola presencia.
No vas a hacer eso.-
Claro que no, sería lo más sencillo, pero no es el momento. Aparte, he desarrollado cierto afecto, después de todo... les debo una.-
Yo estaba pensando...
¿Sí?.-
Sí había chances de redimirme. De volver a buscar la Ascensión.-

Solomon sonrió. La verdadera Emereth estaba detrás de ese manto de locura y odio que encarnaba. No obstante, miró a su hermana con desconfianza.
Claro que sí. Pero... ¿qué fue lo qué te hizo cambiar?-
El enlace con Jezebel... absorbí su humanidad, su mediocridad, su vida normal y sin sorpresas. Y me di cuenta lo que soy... necesito recuperar parte de mi alma, Aslesa.-
Lo haremos, claro que sí.-


........................

Victoria y Eleanor mostraban el mismo rostro de preocupación. Sabían que sus seres queridos iban a ir a la batalla, y podían no volver. Para Victoria era cuestión de ir con Nathan, pero Eleanor no tenía el manejo del arte del que la joven hermética hacía gala. No obstante, era su firme convicción de la de ir con Thom donde sea que fuera. Si tenía que enfrentarse al demonio del Tiempo lo haría, le temía, sí, pero su voluntad no se iba a quebrar si la vida de Thom estaba en peligro.
¿Se lo vas a decir?-
No sé.-


........................

Natasha meditó un rato preparándose para lo que viniera. Este era un combate que no le correspondía, pero mientras el Wyrm estuviera involucrado, debía pelear. Tal era su deber, el de su raza y el honor de su tribu. Combatiría hasta con la última gota de su sangre si era necesario. Tenía su klaive listo. Sólo esperaba que Gunnar pudiera ser un fiel guerrero a su lado y no un mero compañero más, pero un instinto le decía que sí, y eso la alegraba sobremanera.

........................

Jezebel descansaba en su cuarto. Las voces se habían calmado. Eran sus vidas pasadas clamando por volver, las animas que habían sido deshechas por la furia de Morrigan y clamaban venganza. Ella sabía lo que eran. Seguramente, cuando todo terminara, se haría monja o algo así. Necesitaba paz.

........................

Benji abrió los ojos y contempló el ala tecnócrata donde se encontraba. Era un gran laboratorio, lleno de copias de su persona. Cuerpos, al menos unos veinte, con varios paneles en el aire dando cuenta de cada detalle de la salud. Violet flotaba en uno de ellos. Su hermosa figura era contemplada en detalle por un ser plateado, con órganos expuestos. El último representante de su vieja vida. Su mentor, su padre, quizás, él mismo. Nord lo miró. Ambos tenían cosas que charlar. Y una deuda que saldar.

(escribió Draften)

Mago 2º parte: Fecha 12

Maldición, no pude detener la salida de información y nuestras imágenes aparecieron en todos los monitores, todos los agentes menos los que estaban personificando Nic y Gunnar. No tenía forma de detener que se desparrama por la red de nanomáquinas que volaba en el mismo aire.
Tuve que crear un campo de Correspondence a mi alrededor y sacármelas del cuerpo ya que a orden de Caleb iban a empezar a reemplazar nuestro tejido y se iban a convertir en un hermoso efecto antimagia. Le avisé a mis compañeros mientras Nic y Gunnar se encargaban de sacar a Leti del tubo donde la habían dejado los tecnócratas, ahora desmayados en el piso por mi efecto eléctrico a sus cerebros.
No hubo tiempo, no pude buscar a Violet, iba a tener que esperar por el momento.
Nic activó la máquina y sacó a Leti a la que con suerte pudieron reanimar.
-Vayan a liberar a Jezebel, ustedes son los únicos a los que no identificaron, sáquenla de la base.
-¿Dónde está?- me preguntó Nic.
-En la habitación contigua a la de Solomon.
A Nic se le ocurrió que la podían sacarla con la excusa de que los subversores podían llevársela.
Les dije que estaba bien pero que salieran de la habitación, no era la idea que los identifiquen a ellos también, eran nuestra única posibilidad de liberarla. Mientras se iban vieron infinidad de soldados que se acercaban a nosotros, yo también los vi en la pantalla de mi notebook. Le di mi campera a Leti para que se cubriera lo mejor posible y le entregué mi arma.
Los soldados abrieron la puerta y vieron que no podían ingresar debido a mi campo de Correspondence, disparaban pero las balas no podían alcanzarnos.
-¡Traigan a los drones!
Tenía que sacarnos de ahí… pero a dónde… en fin, si ya todos estábamos identificados no había otro lugar. Nos trasporté a la habitación donde estaban mis compañeros, aún intentando liberar a Solomon.
Benji que ya no podía usar la red tecnócrata tomó sus dos armas y apuntó con una al agujero de arriba y con otra a la puerta.
Gabriel se acercó al campo electromagnético que retenía a Solomon y empezó a drenarlo, estaba loco, esa era una cantidad de energía enorme… sabía que iba a usar su propia vida si era necesario. Pero no podía ayudarlo, teníamos a los drones encima y si no los detenía, adiós “subversores de la realidad”.
Todo esto pasaba mientras Thom hacía lo imposible para reanimar a Solomon sin éxito y Benji ayudaba a Gabriel como podía.
Usé un efecto de tiempo en los drones para que actuaran más lentamente, pero las nanomáquinas ya estaban haciendo su trabajo y tanto Thom como Gabriel ya no podían hacer ningún efecto que alterara la realidad. Aún así Gabriel estaba quemando su propia vida para seguir absorbiendo ese campo, mientras Thom le pidió a Gabriela que se comunicara mentalmente con Solomon de una vez.
Más drones llegaron y no me quedó otra opción que bajar el campo de Correspondence para hacer un efecto de Forces que los deshabilitara. En ese momento Benji desapareció y cuando busqué a Violet ya no la encontré. Maldito Nord, ahora tenía a nuestros amigos y a la lanza de Mater, porque estaba seguro que la tenía Benji, bajo ninguna circunstancia se iba a separar de ella como yo no me separaba de la de Correspondence.
Gabriel estaba en el suelo debido a su gran esfuerzo por sacar a Solomon de su prisión, en su cara ya se veían escamas de dragón y su pelo había crecido, pero lo había logrado a un costo muy alto.
-¡Hacé algo mierda!- le gritó Thom y Solomon solo dijo:
-Ropa.
Pero nada apareció. No necesitó mucho tiempo para introducir su protocolo nuevamente en la base tecnócrata.
-Ahora sí: ropa- repitió y le apareció su clásico traje blanco.
Desactivó todos los drones y nos dijo:
-¿Pueden salir solos?
Acto seguido desapareció y Gabriela se fue con él.
Una imagen de mi hermano apareció en mi monitor.
-Disfrutá tus últimos segundos, hermanito.
Un punto negro de antimateria apareció frente a mí y no dudé un segundo en teletransportarlo hacia la habitación donde estaba John, pero no pude hacerlo. Tenía que hacer algo o íbamos a morir todos. Usé un efecto de tiempo para detener la explosión y Gabriel usó la fuerza que le quedaba para anular el efecto.

Nos teletrasporté fuera de la base aprovechando el caos y cuando salimos Thom agarró a Gabriel, ya casi mutado en dragón y lo tiró al río para que no siguiera acumulando paradoja, acto seguido lo siguió y le arrancó las escamas para volver a dejar su piel en el estado habitual.
Gunnar apareció a nuestro lado, y vimos como un arcoiris gigante se elevaba sobre la base tecnócrata. Lo habían conseguido, Nic y él habían liberado a Jezebel. Media base tecnócrata desapareció en el arcoiris, los cristales de la otra mitad estallaron. Un pedazo de tierra se elevó en el aire y quedamos todos sobre la isla que incluía al City Hall.
Thom llamó a Jezebel una y otra vez hasta que ella lo escuchó y se arrojó en sus brazos. Él trababa de calmarla mientras los demás teníamos que lidiar con el segundo al mando John Philips, y los cazas que habían mandado a matarnos.
Mi hermano tenía un solo objetivo, mi persona. Pero yo no lo iba a permitir, nos iba a trasportar al chantry en ese momento…
-Bien, ahora vamos a poder terminar esto, ¿o vas a huir otra vez?
-No hay tiempo para venganzas personales- le dije.
Pero Thom no quería que fuéramos al chantry, teníamos que ir directo a la casa de Gunnar, a buscar la otra lanza (la que estaba en la base tecnócrata la tenía Solomon). Pero los cazas, los soldados, John y los tekis nos impedían toda acción.
Gunnar estaba concentrado en su efecto de reforzar la celosía para que no pudieran cruzar las naves tecnócratas que estaban del otro lado, Nic apareció para volar a tiros a los soldados con su escopeta, mientras Thom lidiaba con Jezebel y yo con mi hermano y Gabriel usaba otra vez su fuerza para estallar los cazas o aplastar a los soldados con ellos.
John me disparó, intenté esquivar el disparo y no lo conseguí, pero solo porque estaba buscando su punto débil, sabía que el muy hijo de puta tenía los órganos cambiados de lugar en su cuerpo y sino le disparaba en los puntos vitales iba a ser inútil. Encontré la ubicación del corazón en su pierna y le disparé, pero no logré darle.
El segundo disparo me dio de lleno en la mandíbula, la sangre bañó mi ropa. No me importó, me teletrasporté detrás de él y le disparé donde tenía el cerebro pero él hizo lo mismo que yo y quedó detrás de mí. Apoyó su mano en mi espalda… Ahora sí estaba muerto, usé Forces para provocarle una descarga eléctrica que lo dejara hecho cenizas y así fue…
Miré a mis compañeros…
“Subversores de la realidad… tengo que matarlos…”
Los recuerdos se me estaban mezclando ¿qué me estaba pasando? ¿El maldito hijo de puta se había metido en mi cuerpo antes de que el suyo estallara?
-Siempre quisiste ser yo- le dije y traté de sacarlo de mi cuerpo pero no sabía si lo que había hecho era mental o espiritual, o ambas.
Mi pelo empezó a crecer y a enrularse, lo vi a Thom abrazado a Jezebel… tenía que matarlo, era un subversor de la realidad…
“¡No! No voy a matar a mis compañeros ¡salí de mi cuerpo mierda!”
Sé que Gunnar me ayudó a expulsarlo y por fin él comenzó a tomar forma otra vez fuera de mi cuerpo, no pensé solo lo encerré en una burbuja de espacio y le mandé una descarga a todas las nanomáquinas que lo estaban intentando reconstruir…
Mientras esto ocurría Caleb hacía acto de aparición en la terraza de la base, con un enorme cañón láser, y le apuntó directamente a Gabriel. Él movió su mano haciéndole señas de que se acercara, pero él no iba a hacer eso, iba a dispararle desde allí.
Gabriel sacó al dragón que voló hacia Caleb pero él logró teletrasportarse en el último segundo, pero el dragón lo siguió y rodeó lo que quedaba del City Hall.
-Tu dragón no va a hacerme nada si te disparo primero.
En ese momento apareció Solomon al lado de Caleb y le movió el cañón de la trayectoria.
El dragón de Gabriel engulló a Caleb mientras la “Isla” se venía abajo ahora que Jezebel se había calmado y ya no la sostenía.
-Vamos a la casa de Gunnar- me dijo Thom así que nos llevé a todos allí en ese instante.

Cuando entramos a la casa, Natasha estaba sentada en el suelo frente a la entrada, en pose de meditación. Tenía los ojos cerrados y la lanza atravesaba sus hombros de lado a lado.
-No la despierten- advirtió Thom- ¿Podés hacer algo?- le preguntó a Solomon.
-No lo sé, puedo intentarlo, pero no la conozco, alguien de ustedes va a tener que venir.
-Que vaya Gunnar- dije- Thom puede cubrir el plano espiritual, Nic y yo el físico y Gabriela y Solomon el mental.
Leti que se había llevado el cañón láser de Caleb apuntó a Natasha, se quedó junto a Gabriel dispuesta a protegerlo si era necesario.
No sé que habrá pasado Gunnar en la mente de Natasha pero no debe haber sido fácil, estuvo a punto de morir y Thom tuvo que traerlo.
Cuando Natasha se puso de pie le dije a Nic:
-No dispares si no nos ataca.
Pero Nic igualmente la apuntó con su arma.
Gabriela fue la primera en salir volando contra la pared.
-¿Ahora sí?
-No dispares- le repetí- todavía no.
Por suerte, sea lo que sea que haya pasado allí Gunnar lo consiguió y Natasha volvió en sí, le había pasado lo mismo que al hombre de Armenia, que había sido “absorbido” por la lanza de Mater y lo mismo que al líder Garou con la de Spirith. Parecía que las lanzas que no estaban selladas, o en posesión de la persona que resonaba con ellas, tenían el poder de controlar al poseedor.
-Perdoname, perdoname- le dijo Natasha a Gunnar y lo abrazó. Sabía que lo había matado, que sino hubiera sido por Thom, él hubiera muerto.
A pesar de todo, habíamos conseguido hacernos con la lanza de Mente que resonaba con Solomon. La lanza que había recuperado él de la base tecnócrata era la de Destino, contrariamente a lo que pensábamos, la que estaba en Jerusalén era la de Life.

Llamé a Hakan al chantry y no me respondió. Llamé a Vicky pero tampoco contestaba. Algo no estaba bien… miré yo mismo al chantry. El sello ya casi había desaparecido, Hiperion estaba allí.
Me desesperé, vi como usaba su poder para desintegrar las paredes y a los magos por igual….
-Hiperion está en el chantry- dije.
Thom palideció al instante, todos veían la situación en la pantalla de mi notebook. Busqué a Vicky estaba herida en el suelo, su mano apoyada contra una puerta, la había convertido en metal o alguna aleación más resistente. Hiperion la desintegró como si fuera papel. Detrás de la puerta, en la otra habitación, estaba Eli. No podía traerlas a ambas…
Usé la lanza de Correspondence, no sabía que efecto iba a tener pero no me importó. Teletrasporté a Vicky justo en el momento en que Hiperion deshacía su efecto y se disponía a matarla. Eli todavía seguía allí, tenía que traerla…
En ese momento un ciempiés gigante entró en la habitación, era la propia Emereth la que lo manipulaba. Había usado a los magos muertos en un oscuro ritual para traer esa cosa.
-No vas a tocarla- le dijo y arrojó a esa criatura contra Hiperion, pero él desapareció sin dejar rastro.
Traje a Eli que estaba muerta de miedo, Thom intentó calmarla, ella se abrazó a él muy asustada.
Vicky estaba viva pero muy herida, la levanté en mis brazos y sentí que me trasportaban a otro lugar, creo que fue Gabriela que nos llevó al chantry de Alejandría donde nos recibió una vez más la Matriarca de la casa Shaea.

Fue el momento en que nos recuperamos de nuestras heridas, me quedé al lado de la cama de Vicky hasta que ella se recuperó. Había estado a punto de perderla y por primera vez sentí que si a ella le pasaba algo iba a destruir todo lo que se me cruzara de la forma más violenta posible. La amaba y ese maldito estuvo a una milésima de segundo de quitármela… me las iba a pagar…
Cuando estuvimos todos bien nos volvimos a reunir. Sabíamos que Stoltiris había muerto, Hakan y sus acólitos también, ahora el caos temporal también había llegado a Europa. Si había existido alguna vez el cristianismo, ya nadie lo recordaba.
Solomon y Gabriela aparecieron después. No faltó mucho para que el muy idiota empezara a dar órdenes como si fuéramos sus soldados, sé que a Gabriel le gustaba tenerlo de líder pero a mí no, de hecho cuanto más lejos estuviera mejor. Por suerte Thom tomó las riendas de la situación y los mandó a ellos a ayudar a Benji mientras nosotros íbamos a Jerusalén a buscar la última lanza (y a pelearnos con el último demonio). Todos estábamos de acuerdo en que era Nord el que tenía a Benji y a Violet, no había mucho misterio al respecto.
-En este tiempo aprendan a usar la lanza- nos dijo Thom.
Sí claro, como si fuera tan fácil.
Gabriel dijo que necesitaba descansar que no podía usar magia, estaba cubierto de paradoja después de todos los efectos burdos que había hecho en la pelea contra los tecnócratas, no digo que no haya sido efectivo, pero ahora él necesitaba algo que no podíamos darle, tiempo.
Como consecuencia comenzó a discutir con Thom, otra vez, le dije que no era necesario que utilizara su magia, que podía hacer otras cosas, pero no, él se empecinaba con lo mismo, iba a volver a sacar al dragón y se iba a morir en el intento, y parecía que eso no le importaba.
Dejé a Thom y a Gabriel en la sala, que se mataran, ya estaba harto de interceder en sus peleas, y menos en un momento como el que estábamos pasando. Los dejé con Leti y con Eli, esperaba que ellas tuvieran mejores resultados que los que había tenido yo durante todo el tiempo que los conocía.
Me fui con Vicky a la habitación que me habían asignado en el chantry, si ese iba a ser mi último día en este mundo, línea temporal, o universo paralelo, quería estar con ella.
-¿Estás bien?- me preguntó, era un alivio volver a escuchar su voz y una alegría que me volviera a preguntar lo mismo otra vez.
-Sí ¿vos estás bien?
-Estoy bien ¿Qué vamos a hacer cuando todo esto termine?
-Podríamos ir al cine, a bailar, a cenar… todas las cosas que no podemos hacer ahora por estar “salvando al mundo”.
-Podemos ir a ver una peli en 3D.
-Sí, eso estaría muy bueno- le sonreí.
-Tenés algo acá…
Me tocó la cicatriz que me había quedado en el rostro por el disparo que me dio mi hermano, pero todo era una excusa para acercarse a mí y besarme.
-Es un regalo de mi hermano, creo que está muerto… aunque no estoy seguro.
-Quiero ir con vos.
-No, es muy peligroso.
-Voy a ir te guste o no…
La verdad es que quería ir con ella, tenía miedo de que le pasara algo, pero a su vez sabía que iba a poder protegerla mucho mejor si estaba conmigo.
-¿Tenés que ir a entrenar con la lanza esa ahora?- me preguntó sonriendo. Yo me acerqué a ella y la besé.
-Eso va a esperar.

*****

Tuve mucho miedo, sabía que si en ese momento no la traía ella iba a morir, pero a su vez, en ese momento mi mente estuvo fría y controlé la situación lo mejor que pude.
-¿No voy a poder disuadirte de que vengas conmigo?
-Lo dudo...- me dijo y se abrazó a mí, su cabeza descansaba sobre en mi pecho.
-Entonces escuchame. Hay nueve portales que vamos a tener que cruzar, sino derrotamos a Hiperion en los nueve tiempos todo lo que hicimos hasta ahora va a ser en vano y todo el mundo va a ser un caos y va a estar bajo su control.
-Lo sé, por eso quiero ir.
-No sé en qué tiempo vamos a caer, voy a intentar averiguarlo, pero no sé si voy a poder hacerlo. Muy probablemente no podamos usar ahí nuestro foco habitual… Nada que no se pueda solucionar con lápiz y papel, pero aún así podemos caer en un tiempo donde no existan las matemáticas como nosotros las entendemos.
-No creo que sea más peligroso que lo que tuvimos que vivir en el chantry de Estambul… Ni lo que ustedes tuvieron que pasar en la base tecnócrata…
-Puede ser, pero quiero que te quedes siempre al lado mío, cuando active los escudos los voy a activar para ambos. No te separes ni un segundo de mí ¿prometido?
-Prometido. Pero vos prométeme algo a mí. No me transportes al chantry, pase lo que pase. Si voy a ir con vos, voy a volver con vos.
-Lo prometo- le dije y la besé- además hay una niña muy bonita que espero que también nazca en nuestra línea temporal.

*****

Entrenamiento (texto posterior a la crónica)

Vicky todavía estaba dormida cuando me desperté. Ella se movió un poco cuando me levanté pero se dio vuelta y siguió durmiendo, le acaricié el pelo y salí. Decidí que iba a ser mejor ponerme a trabajar en la lanza de correspondence, no tenía idea como iba a usarla, lo había intentado cuando traje a Vicky pero… no había sentido ninguna diferencia.
Supuse que habría en ese lugar alguna “habitación del tiempo” como tenía Hakan, pero como todavía no sabía dónde estaba, y nadie me lo había indicado usé mi propio espacio temporal para entrenar.
Usar la lanza de Longinus, o mejor dicho una copia de ella, la original seguramente la tenía Hiperion… era demasiado poder para una sola persona… todavía no sabía qué era lo que estaba buscando, su objetivo final ¿Qué es lo que querés maldito? ¿Vas a sacrificar a toda la humanidad para eso?
Lo primero que hice fue codificar la lanza, podía sentirla, podía sentir que estaba ligada a mí de alguna forma, resonaba conmigo así como también con las otras lanzas, sentí las demás lanzas menos la de Benji, no podía encontrarla… esperé que mi amigo supiera cómo salir de donde sea que lo habían llevado, o al menos que pudiera sobrevivir hasta que Solomon y Gabriela llegaran a ayudarlo. Yo no podía hacer nada, pero me concentré en lo que sí podía hacer.
“Bien, creo que lo mejor va a ser empezar por lo básico…”

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“No existen las distancias”

No solo no existen las distancias sino que el espacio existente entre ellas es relativo y se puede modificar el espacio alrededor de cualquier objeto para hacer que parezca más grande o más pequeño… puedo trasladarme a cualquier parte del mundo, puedo trasportar a otros conmigo, puedo trasportar objetos, eso ya es tan normal para mí como hablar por teléfono…
Ahora Aslan era más fuerte, lo sentía, se había vuelto más fuerte después de lo que pasó al enfrentarme a los tecnócratas… y a mi hermano… lo habían atado a mí de alguna forma en tiempos muy antiguos, lo sentía mi avatar, desde siempre. Yo también me había vuelto más fuerte, ¿pero iba a ser suficiente para manipular la lanza?

Coding = Lance + Correspondence

Tenía la estructura de la lanza codificada en bits en mi notebook, la sentía en resonancia conmigo, cómo si me estuviera llamando, como si me estuviera diciendo que la use pero ¿Cómo? ¿Cómo podía combinar mi propia fuerza, mi propia forma de entender las distancias con esa lanza?
“Tengo que ser uno con esa lanza así como soy uno con mi avatar…”

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“Uno con la lanza…”

Sí, quizás funcionaría de esa forma… codificar mi propio cuerpo en bits, codificar mi propio ADN y entrar en el “espacio” que ocupaba la lanza, pero si salía mal… ¿cómo iba a poder salir?
Coloqué un microchip en el mango de la lanza para empezar a experimentar. La trasporté a algunos metros de mí, luego a mi mano, luego me teletrasporté con ella. No parecía haber ninguna diferencia, tenía que probar todas las opciones…
Codifiqué mi propio cuerpo, la estructura de mi ADN en bits y la instalé en el microchip que había colocado en la lanza y me conecté a él…
Al principio no sentí nada extraño… hasta que vi que estaba de nuevo en esa Isla en el medio de la nada. Aslan estaba frente a mí.
“Aslan…”
“Esta vez yo no te llamé” me dijo.
No tenía mi notebook ahí, de hecho no tenía nada, estaba desnudo frente a mi Avatar, como las otras veces.
“No, creo que esta vez vine solo…”
“¿Y a qué se supone que viniste?”
“A buscar mi lanza”
“Ya tenés tu lanza”
“No. Tengo la lanza “físicamente”, pero no soy uno con ella… tengo que ser uno con ella si quiero poder dominarla”
“¿Y para qué querés eso?”
“Para destruir a Hiperion, para eso estamos haciendo todo esto, para que nuestro ‘mundo’ no se vaya al diablo”
“¿Y creés que esta es la forma correcta?”
“No lo sé, simplemente estoy intentando lo que puedo, nadie me enseñó nunca como programar la lanza de longinus”.
“Bueno, ya sabés como salir de este lugar, ¿o tengo que volver a explicarte?”
“Ya sé cómo salir de este lugar, pero no voy a salir hasta no haber encontrado lo que busco”
Miré para todos lados, pero no vi nada, cerré los ojos, me olvidé de la Isla, me olvidé de todo lo demás y traté de sentir mi lanza, sabía que estaba cerca de mí en el “mundo real” tenía que estar acá también en algún lado. Cuando volví a abrir los ojos la lanza estaba frente a mí, solo un aura dorada con la forma de la lanza. Ese lugar era mi interior, ahí siempre me encontraba con Aslan, ahí también me tenía que encontrar con la lanza si quería que fuera una conmigo y con él.
“Bueno, parece que ya lo encontraste”
Me acerqué a la lanza y la toqué, sentí su poder fluir conmigo y con Aslan.
Si todo iba como pensaba una vez que tuviera la lanza allí no necesitaría más mi foco… Con la lanza en la mano pensé en teletrasportarme a la otra punta de la Isla flotante y lo logré ¿pero había sido la lanza o había sido yo?
“Creo que funcionó, Aslan, aunque no estoy seguro… ¿creés que pueda hacer lo mismo estando afuera?”
“No lo sé si vos no lo sabés, vas a tener que averiguarlo”
“No existen las distancias”
Di un paso y me encontré nuevamente en la habitación que había elegido para entrenar. Estaba otra vez en mi cuerpo, la caja con la lanza frente a mí.
Ahora la lanza se veía igual pero sin esa aura a su alrededor, no la veía pero la sentía. Dejé la notebook y tomé la lanza entre mis manos, volví a hacer lo mismo que estando en la Isla con Aslan.
“No existen las distancias”
Pero no me moví ni un centímetro.
“Mierda, esto no va a ser tan fácil… Si me salió estando allá, ¿por qué no puedo hacerlo acá?… Quizás estando afuera si necesite mi foco… pero cómo voy a saber si es la lanza o yo el que está haciendo el efecto… no, tengo que eliminar el foco…”
Le saqué el chip al mango de la lanza. Ahora la tenía en mis manos, no tenía ni notebook ni tampoco la lanza estaba “conectada” al chip. Solo la lanza, Aslan y yo, como en la Isla. Bien empecemos por lo más fácil. Ahora no estaba usando ningún foco pero seguía sintiendo la resonancia de la lanza conmigo, aunque más débilmente. Intenté trasladarme usando la lanza, nada, no me moví ni un milímetro…
“En fin, debí imaginar que no sería tan fácil”.

jueves, 18 de febrero de 2010

Mago 2º parte: Fecha 11

Cuando llegamos no hubo tiempo para descansar. En estos momentos es cuando me gustaría detener el tiempo y olvidarme de todo, aunque sea una hora.
Marianna vino a nuestro encuentro y nos habló de un tal Argonexes, nuestro “archienemigo” que se suponía había matado a Jason Black y había tomado su lugar… ni idea quién es este tipo, pero si tiene que ver con todo esto va a morir.
Según Marianna antes no sabía nada de él por eso habló ahora… ya no sé que creerle a Marianna la verdad…
Pero bueno, no había tiempo que perder, adiós mi momento de descanso.

Nos reunimos otra vez todos para ver qué íbamos a hacer a continuación. Thom no sé donde se había metido pero cuando llegó ya habíamos decidido que íbamos a Londres. Antes de empezar a planificar surgió un problema, no sabíamos en qué base tenían las lanzas. Sabíamos que probablemente una estuviera en la Aguja Blanca, pero no sabíamos en dónde estaba ubicada esa base. Con Benji empezamos a descartar opciones.
Benji volvió a sus recuerdos, al momento en que habíamos logrado salir de esa base tecnócrata, según lo que pudo identificar en el reflejo de los vidrios del edificio, había un río cerca… un edificio de cinco pisos aproximadamente… que estuviera en Londres, si es que la Aguja Blanca estaba en Londres.
Había un edificio con esas características, el City Hall. Busqué los planos, pero el edificio no tenía subsuelo, según los mapas, porque cuando busqué ríos subterráneos encontré un desagüe a cincuenta metros bajo tierra, una gran compuerta de hierro cerraba el paso hacia el río.
Además Benji miró del otro lado y vio que arriba del edificio había una distorsión extraña en la Umbra…
-Podríamos secuestrar a tu profesora- sugirió Gabriel.
Esa podía ser una opción, la otra era más complicada.
-Otra opción es que entremos con Benji camuflados y una vez adentro introduzca nuestro código genético en la base de datos- les dije- mientras el resto podría intentar una distracción.
-¿No tenés nada de tu hermano Nathan?- me dijo Benji.
-No, y no quiero tenerlo- le respondí.
Seguramente estaba pensando en duplicar el código genético de mi hermano.
-Otra es hablar con los contactos de Nic, o de Gunnar- dije.
-Llamá a tu mujer- le dijo Gabriel pero como Gunnar no hacía nada le sacó el celular y la llamó él.
No obtuvo buenos resultados, la mujer de Gunnar estaba furiosa, la única información que logró conseguir fue que los tekis tenían la ciudad y ella junto a los Garous estaban defendiéndola. Cuando Gunnar tomó el teléfono ella no lo dejó hablar, le dijo que fuera a ayudar sino quería morir.

Por fin llegó Thom y me preguntó por qué habíamos decidido por Londres en vez de Jerusalén. Le dije que la decisión había sido unánime y que ir a Jerusalem primero sería poco estratégico, allí se encontraba el tercer demonio, muy probablemente. Si teníamos éxito y lográbamos sacar la lanza y matar al demonio no había problema, pero ¿qué pasaba si no lo matábamos? Los tekis tendrían la lanza de Jerusalem más todas las nuestras, más las que ellos ya tenían… no era una buena opción. Además que la lanza de Jerusalén era la lanza de “Destino” era mejor dejar eso para el final.
Él dijo que tenía razón, así que seguimos hablando sobre cómo entrar a la Aguja Blanca. Thom sugirió reunir todas las lanzas e intentar encontrar las demás. Lo hice y pude ver una de las lanzas en el City Hall, la otra estaba ¿en la casa de Gunnar?
-Una está en el City Hall, la otra la tiene la mujer de Gunnar…
Intentamos llamarla otra vez pero ella no respondió. No tuvimos forma de avisarle y probablemente ella no tuviera ni la menor idea de lo que tenía en sus manos… Teníamos que avisarle, pero no había remedio, lo haríamos cuando se dignara a atender el teléfono.
-No pensemos ahora en esa lanza, si la tiene la mujer de Gunnar no tenemos que preocuparnos por el momento, vayamos a buscar la que está en la Aguja Blanca.
Pero no iba a ser fácil infiltrarnos en una base tecnócrata…

Thom llamó a Emereth. Ella dijo que podía ayudarnos pero que necesitaba cinco magos. Me sorprendí cuando a todos mis compañeros les pareció una buena idea entregárselos.
-Perdón, ¿soy el único que no está de acuerdo en mandar a cinco magos a la muerte?
Hasta Thom decía que era necesario ¿qué les estaba pasando? Había otras formas que no fuera matar inocentes. Odiaba cuando no buscaban otras maneras de hacer las cosas y pensaban en sacrificar inocentes, fueran magos o policías. Sí, estábamos en una situación complicada, pero de ahí a mandar a cinco magos junto a sus avatares a Emereth para que hiciera un oscuro ritual y ellos no pudieran volver a reencarnar en ninguna otra vida… Era obvio que Emereth iba a destruir a sus avatares, como ya lo había hecho antes.
Thom se dirigió hacia el cuarto donde Hakan y los demás impedían el efecto de tiempo sobre Europa, lo único que faltaba, que Thom le pidiera a Hakan cinco acólitos para entregárselos a Emereth… mis compañeros definitivamente estaban locos, o no les importaban las consecuencias de lo que estaban por hacer…
No iba a dejar que hicieran algo así, nunca. Si iban a sacrificar cinco magos, yo lo iba a impedir, les gustara o no. Ese asunto no era negociable. Aslan, tenías razón cuando decías que siempre hay otras opciones, definitivamente esta no era una que yo iba a seguir o apoyar.
Gabriela estaba con Hakan y nos preguntó si íbamos a ir a Londres, dijo que ella quería venir, y que tenía un “salvoconducto” para entrar a la base teki. No me sorprendí cuando me dijo que Solomon había sido el que le entregó los papeles con los códigos genéticos de sus ayudantes. Claro, ya Vicky me había dicho que no había visto a Solomon por primera vez cuando tuvimos que enfrentarlo…
-¡Hola! ¿Ya se los dijiste?- preguntó Vicky que apareció frente a la puerta, ante la negativa en la mirada de su prima- ¡Ups!- Vicky salió de inmediato del cuarto sin esperar ninguna respuesta.
En fin, mis compañeros querían asesinar magos entregándolos a una nefandi para vaya a saber qué ritual oscuro, todo con tal de conseguir las lanzas… Gabriela era la “novia” de Solomon… si este mundo se estaba terminando nos lo teníamos bien merecido.
Lo único bueno fue que no tuve que obligar a Vicky a quedarse, por un momento estuve seguro de que iba a pedirnos venir…

Nos preparamos, Benji y Nic fabricaron unas jeringas para cambiar nuestro aspecto a los “ayudantes” o “simpatizantes” de Solomon y nos transporté a las afueras de la ciudad para que nadie nos viera llegar.
El plan era simple, Leti y Violet serían nuestras prisioneras, unas “subversoras de la realidad” que habíamos capturado en la ciudad. Así entramos a la Aguja Blanca. Pero el problema principal no era entrar, era salir.
Benji se encargó de la contraseña y la recepcionista nos envío junto a los encargados.
Los agentes nos saludaron y nos dijeron que no estaban informados de que íbamos a traer prisioneros así que llamaron a su superior al mando: John Philips. Eso no podía ser nada bueno…
-Señor, han traído dos prisioneras- dijo y le dio imagen visual.
Al instante él reconoció a Leticia y dio la orden para que la maten, a Violet la llevarían a experimentación, seguramente Nord estaba ahí dentro.
No podía permitir eso. Mientras esto ocurría yo ingresaba a la red interna, no era fácil, pero algunos códigos por aquí y otros por allá hicieron el resto.
-Pueden continuar con sus tareas agentes.
-Bien- dijo Thom, que ahora era una mujer llamada Zoe- ¿vienen conmigo?
Nic, Gabriel y Gunnar lo siguieron, mientras Benji y Gabriela se quedaban allí y yo escoltaba a los que se llevaban a Leti, obviamente no la iba a dejar sola y no iba a permitir que le hicieran nada.
Busqué en los perfiles pero eran muchos, quería enviarle un mensaje al agente que llevaba a Leti para que no la mataran y la clasificaran como “sujeto de experimentación”, pero tuve tanta mala suerte que el mensaje se envió con el perfil del hombre al que yo estaba personificando…
Cuando le llegó el mensaje al agente me miró bastante mal, debe haberle parecido muy raro que le mandara un mensaje a su celular estando a su lado, pero igualmente cambió el rumbo y se dirigió a la sección de experimentación.
Lo seguí por los pasillos hasta que entramos a unos cuartos con unos tubos enormes, reconocía esa sala, era donde me habían tenido confinado. En ese momento vi como le inyectaba algo a Leti y se quedó dormida, la desvistieron y la metieron en uno de esos tubos que comenzó a llegarse de líquido.
-Bueno, ya puede retirarse agente.
-Me enviaron a supervisar y ayudar con la investigación.
-Pero usted no es científico…
-Tengo una orden.
Ya nada me importaba, falsifiqué la orden, y la firmé como “John Philips”. El hombre la miró y me dejó quedarme, aunque parecía que seguía desconfiando.
La situación era demasiado tensa… en ese momento la agente Zoe, o sea Thom, se comunicó conmigo. Le dije que la situación estaba bajo control, o al menos así era por el momento. Le mandé la ubicación de todo el grupo a su celular.
Mientras metían a Leti en ese tubo traté de tomar control de las comunicaciones de la sala, y en un principio funcionó, hasta que el científico llamó a mi hermano.
-¿Qué hace todavía con vida esa mujer? les dije que la maten.
Bueno, las cosas se estaban complicando, así que interferí por completo la comunicación.
-Parece que tenemos problemas con la comunicación, va a tener que ir personalmente- le dije al científico.
-Qué extraño…
Los monitores ahora solo mostraban interferencia, y el hombre en vez de irse comenzó a tratar de restablecer la comunicación. No me importó más nada, usé un conjuro para dejar a los dos científicos que estaban en la habitación desmayados en el suelo, una pequeña descarga eléctrica fue suficiente.
Había dejado las cámaras en constante repetición, pero sabía que de un momento a otro se darían cuenta del engaño…

Mientras esto ocurría Benjamin se dirigió a la sala de armas, el viejo que se encargaba del tema se emocionó al ver el cañón de Leti y las pistolas de Violet.
Violet… ¿a dónde la habían llevado? Creo que Benji no se puso a pensar ni un segundo en eso… ¿Qué no le importaba nada, ni la única mujer que lo conocía de su pasado?
Cuando llegó Thom Benji ya estaba listo, había pedido una especie de arma laser con la que iba a abrir un paso hasta la celda de Solomon. Habían intentado ir hacia allí por los ascensores pero ninguno tenía acceso a ese sector de la base.
Pero hubo algo que no se esperaban, Gabriela quería usar magia ahí mismo, en la base tecnócrata…
Les dije que no debíamos llevarla, si tenía algo con Solomon no iba a aguantar que hiciéramos las cosas a nuestra manera…

No pasó mucho hasta que los tekis mandaron personal a la sala de experimentación, ya no tenía opción tenía que avisarle a Thom.
-Agente Zoe, necesito ayuda en el área de experimentación.
Thom de inmediato envió a Gunnar y a Gabriel, a los que les abrí el campo de correspondence que había generado para protegernos a Leti y a mí. Pero no fue mucho lo que se quedó allí Gabriel, Thom lo volvió a llamar, parece que lo necesitaba para sacar a Solomon de su prisión… estaba en un sector al que no podíamos acceder y Gabriela y Benji se estaban encargando de abrirlo.
-¡Gabriela no! ¿estás loca?- le dijo Benji.
Pero era demasiado tarde, el conjuro en enoquiano enseguida alertó a los tecnócratas.
-¡¡Subversores de la realidad!!- gritó Benji y comenzó a disparar él mismo contra los tecnócratas que se abalanzaban sobre ellos.
Por suerte ya habían abierto el agujero y Thom ya estaba abajo. Solomon estaba sujeto de pies y manos con alguna especie de escudo de forces.
Escuchamos la voz de Caleb que decía:
-Prepárense para limpieza de la base, maten a simple vista.
Cuatro imágenes aparecieron en pantalla y no pude hacer nada por detenerlas, los cuatro agentes que personificábamos Thom, Gabriel, Benji y yo.
Justo antes de que le desactiven las armas Benji materializó una de las armas tecnócratas. Un misil fue directo hacia arriba liquidando a los soldados que se encontró en su camino.
Improvisé un conjuro con prime para crear caos, varios focos mágicos dentro de la base nos iban a dar algo más de tiempo. Teníamos que salir de ahí, pero todavía no teníamos a Solomon, ni a Jezebel, ni a la lanza…
-Gunnar, sacá a Leti de ahí- le dije y me concentré con la tarea de crear más confusión, tenía que detener la salida de esas imágenes pero ya no había forma, las habían trasmitido… quizás pudiera hacer que se trasmitieran más lentamente para ganar tiempo…
Benjamín se quedó sin armas, junto a Thom en la oscuridad de la prisión de Solomon esperaban la llegada de Gabriel.
Nic y Gunnar eran nuestra única esperanza… eran los únicos a los que todavía no habían detectado.

Visiones y charlas

¿Y?.-
¿Y qué?.-
¿Qué sentís por él?.-
Ya sabes. Los sentimientos no se deshacen de la noche a la mañana. Pero es un estúpido. Siempre inmolándose por todo. Ojalá valorará su vida o sus relaciones como valora su propia fortaleza..-
Así son los hombres. Están siempre centrados en ellos. El mío está siempre trabajando en algún proyecto o interesado en aprender alguna nueva teoría que lo acerque al poder. De eso se trata, de poder. Sólo quieren ser más fuertes para vencer a Hiperion, poco más les interesa.-
Lo sé, V. Lo que pasa es que me molesta, porque le trato de dar conversación, como para romper el hielo. Entiendo lo que hizo, es un idiota, odio que no haya pensado en mí, pero estaba enceguecido con el "sacrificio" y todas esas idioteces que lo llevan a no pensar en mí. Y ahora está encerrado, seguro que teme que me pase algo como Alex y por eso no me da ni la hora.-
¡Ja! El mío es más triste: sólo se acuerda de mí en dos o tres ocasiones, escasamente me habla, ni hablar de salir, está siempre con sus nanomáquinas.-
Bueno... eso no lo veo tan mal... y encima es atractivo.-
¡Hey!.-

...........

Victoria se tomaba un pequeño relajo junto con su prima.
¿Se los vas a decir?.-
No puedo, sabes que es para problemas. Ahora lo importante es que mantengamos la unidad y los sellos, pero cuando vayan a Londres iré con ellos.-
Yo también.-
No, vos no.-
No me jodas, Nathan y los chicos serán poderosos, nos habrán dejado atrás, pero siguen sin pensar demasiado. Aparte, quiero verles las caras cuando rescaten a tu novio y les tengas que decir la verdad.-
Sos una...

...........

El acólito hermético seguía enfrascado en su discusión.
Si, señorita, es el pulso de la tierra.-
Pero ese pulso, ¿tiene un patrón?.-
Claro, uno constante, matemático. Todas las cosas tienen una clave matemática.-
Entonces, entendiendo esas claves numericas, y alterándolas, así ustedes modifican la Realidad, ¿no?.-
Efectivamente.-
Es un poco más interesante que desangrarse y dejar que nuestros fluidos vitales armonicen con la Naturaleza y la Vida.-
El acólito miró con desagrado.
¡Hey! No dije que yo lo hiciera. Y ahora decime, ¿cómo alteras los números para manipular una bolsa de valores?.-

...........

El pequeño reino umbral cobró vida. La vegetación se agitó con sus primeros movimientos. Era la hora. Había descansado el tiempo que necesitaba. Su silencio se había extendido durante largos años. Ahora era el momento. La lanza estaba en sus manos. Su vasallo de una continuidad temporal distinto lo había liberado de la prisión temporal que la Realidad le había impuesto. Respiró el aire fresco del lugar. Decididamente, este pequeño refugio era verdaderamente inexpugnable.

Se acercó a la cabaña dónde todo había estado preparado con antelación. Su ropa yacía sobre una cama desvencijada, las estanterías con distintas sustancias alquímicas y los libros de magia formulaica. La mesa central con sus dos sillas. Una de ellas estaba ocupada.

Marianna. Jasón el Negro.
No esperaba visitas por estos lugares. ¿Viniste por una cena romántica?.-
Vine a matarte. Pero no pude hacerlo. No es el momento.-
Efectivamente no lo es. Primero tengo bastante trabajo que hacer.-
Yo no puedo detenerte, pero ellos sí lo harán. Ellos eran tu gente más querida. Tus argonautas.-
Jasón la miró con resentimiento. Ella todavía albergaba sentimientos por él, pero evidentemente, él no.
Nunca cambié, fueron peones para conseguir el vellocino. Y ahora por más que los hayas puesto a salvar la realidad, ya es tarde.-
Las lanzas les darán el poder que necesitan para enfrentarte. Y para vencerte.-
Tal vez, lo veremos en su momento.-
La imagen de Marianna se deshizo en el aire. Ella abrió sus ojos en el Fin del Tiempo. Thom le había preguntado quién era ella. Y no le había respondido. Al fin y al cabo, la Pitonisa no descifra sus profecías, sólo las revela.

...........

Marianna encaró al grupo. Había muchas cosas que hablar y no podía ocultarlas más. Jasón estaba lejos de la salvación que ella quería darle. Sus últimas visiones habían sido proféticas, entendía que era lo que pasaba: Su Jason no era más que un impostor, que la había usado. El verdadero Jason, capitán de los Argonautas, había muerto tiempo atrás.
Enlazó a la cábala y les pasó sus visiones.

Las imagenes se sucedían una tras otra. Las primeras mostraban un templo, griego, rústico, con dos hombres cerca de un altar. Este estaba embellecido y contrastaba con el resto del lugar, que era pobre y avejentado. El primer hombre, llevaba el vellocino de oro, era Jasón. El otro, un hombre cansado, de pelo cano pero largo y todavía fuerte, algunas arrugas en su cara, viejo. Su rostro estaba consumido, posiblemente por alguna enfermedad. Sus ojos brillaban como el fuego al ver el objeto.
Maestro, he traído el objeto.-
Perfecto.-
¿Podremos ya comenzar con la reunificación?-
Sí, por supuesto que sí.-
El joven acercó el dorado artefacto al altar. En su mente se vislumbraba la gloria. El éxito que acarrearía su conquista lograría reordenar el caos primigenio, volver a las fuentes doradas fragmentadas del Caos que se había roto en forma de pequeños fragmentos que dotaban a los hombres de la capacidad de interactuar con los Dioses. Los tiempos de los lobos, de los moradores de la noche que se alimentaban de la sangre humana, de las oscuras criaturas que yacían en las sombras, de los traicioneros titanes, ese tiempo habría de desaparecer para dar paso a un sendero de luz, el sueño de los justos, un adiós a la guerra. Una ascensión.
Pero con celeridad, el anciano abalanzó su cuerpo contra Jasón. La cuchilla hizo el trabajo. El cuerpo, ensangrentando, cayó. Sólo alcanzó a pronunciar unas palabras, algo así como un juramento de venganza en manos de sus argonautas. No alcanzó su vitalidad para obrar su arte, y con horror, mientras sus ojos iban perdiendo su fuerza, se contempló a sí mismo. El anciano había tomado su cuerpo.
Sólo logró envíar un alarido desesperado a su amada Medea. Ella supo la verdad, y maldijó al falso Jasón. Ese castigo sería demasiado fuerte para él, y como tal, así lo vivió. Miles de años habría de esperar, pero cuando la maldición terminase, el viejo volvería a reinar. Poco importaba que le hayan robado su artefacto sagrado, su vellocino de oro. El poder de Jasón era tal, que cuando lo absorbió, supo que su plan funcionaría más allá del tiempo.

Las imagenes cambiaron de época. El viejo, que por un diálogo supieron que su nombre era Argonexes, hablaba como un megalómano. Tenía la fuerza y los objetos para desafíar a los dioses. En el tiempo antiguo, la fortaleza de la magia y las artes prohibidas eran infinitamente superiores a los tiempos modernos. La secuencia proseguía con pueblos en constante guerra, muertes, rituales oscuros, perversiones. Argonexes buscaba la forma de lograr el Descenso, el temido objetivo de los infernalistas. Habría logrado su objetivo, pero la humanidad, la divinidad o la misma devoción de la gente le puso una nueva gran piedra sobre su camino: el Nazareno. Él selló el mal que Argonexes necesitaba para juntar la fuerza para realizar el Descenso. Vieron como Jesús selló al tercer demonio, poseedor de una radiante esfera azul. Argonexes, tras su muerte, intentó deshacer el sello, pero descubrió con horror que la resonancia era gigantesca, que jamás podría romper el tercer sello. Ni aunque poseyera la Unidad de la que los hechiceros tanto hacían gala. Los otros dos grandes demonios podría liberarlos cuándo la maldición de Medea terminara. Pero este representaría un problema

La imagen mutó una vez más.
Esta vez, la secuencia mostró a Medea preparando a los argonautas. La hechicera, tutora de las artes que naturalmente Jason comandaba, seleccionó a varios de ellos, incluso a algunos que no formaban parte de la expedición pero se habían ganado el aprecio del capitán para poder destruir a Argonexes. Ató fuertísimos espíritus a su voluntad. El gran león de Nubia, el munificiente Dragón, Hecantoquires, el lobo del Invierno, la luz de la Sabiduría, la efigie de Demeter, el Arcoiris, la esencia de la Guerra, el señor del Conocimiento; todos ellos ayudarían. Argonexes no debía lograr jamás la victoria. Medea no había podido derrotarlo, su fortaleza era enorme. Su maldición de miles de años de inactividad y la imposibilidad de tener el vellocino en sus manos funcionó, pero la había debilitado lo suficiente. No podría entrenarlos porque su tiempo se acababa, pero su momento llegaría. Así habían hablado las pitonisas, y las señales en el cielo y la tierra.

Por último, la visión final mostraba la última gesta del infernalista.
Y así el tiempo pasó. Argonexes sellado por la maldición. Pero esta acabó. Y en ese momento empezó su cruzada. Había logrado enfrentar a los Argonautas: a una la tuvo escondida, a otros dos los enloqueció con poderes que no debía, a otros buscó usarlos de carnada para su ritual. Pero falló.

Las visiones acabaron. Marianna contempló al grupo.
¿Preguntas?.-


(escribió Draften)

Mago 2º parte: Fecha 10 (falta redacción)

**en redacción**