sábado, 31 de octubre de 2009

Mago 2º parte: Fecha 1


Caleb Terrek


Gunnar recién había llegado a Londres cuando vio las noticias. Su mujer enseguida reconoció a su compañero.
-¿Ese no es amigo tuyo? Siempre tuvo cara de delincuente- afirmó Natasha.
-Supongo que tuvo sus razones- dijo Gunnar.
-¿Tus amigos no tienen poder no? Si tuvieran poder no irían en cana.
-No sé lo que hizo para estar ahí.

Thom estaba recibiendo unos reconfortantes masajes de su esposa cuando el celular sonó. Atendió a desgano, ya era bastante tarde.
-Gunnar- el display le indicaba que era su compañero el que lo buscaba.
-Hola ¿todo bien?
-Estás de vuelta ¿dónde andás?
-Estoy llamando desde la umbra
Thom se rió del chiste de su amigo.
-Siempre haciendo preguntas inútiles- continuó.
-Te preguntaba donde estás: Dinamarca, Suecia, Noruega…
-En Londres.
-¿Por qué todavía no viniste?
-Acabo de ver las noticias…
-Ah sí, pero son las dos de la mañana y necesito dormir ¿por qué no venís mañana al chantry? Igual si querés ir ahora la puerta está abierta…
Gunnar decidió ir a descansar a su casa y visitar a sus amigos al día siguiente.

Gabriel salió del chantry, su moto lo esperaba afuera, al igual que Leti que estaba apoyada en ella.
-¿A dónde vamos?
-Esta vuelta voy a tener que ir solo.
-Sí, claro, y yo te voy a dejar habiendo salido en las noticias, contate otro.
Él insistió pero ella solo lo abrazó y le dijo:
-Yo voy a respetar tu decisión, pero no seas tonto… ya sabés lo que siento por vos.
-Necesito despejarme.
-Está bien, voy a estar adentro si me necesitás.
Gabriel subió a la moto y buscó sus llaves, no las tenía, Leti se las había quitado cuando lo abrazó y no se había percatado. Dejó la moto allí y se fue caminando en dirección al río.
Gabriel pasó la noche junto al río, al regresar a la mañana al Dojo se encontró con un paquete. Era una encomienda, lo abrió y encontró un celular dentro. Apenas lo encendió comenzó a sonar.
-Señor Larsen- se escuchó del otro lado.
-Solomon- respondió Gabriel.
-Señor Larsen, ya le he regresado al señor Phillips, pero solo por las dudas hay una pequeña salvaguarda hasta asegurar el pacto- finalizó Solomon antes de cortar.

Nathan se apresuró a llamar a Thom. No quería estar un minuto más en ese lugar.
“Maldito Wedge me las vas a pagar” pensó.
“Las cuatro plumas” era el nombre del hotel gay donde había caído desde la “telaraña digital”.
-Thom, soy Nathan.
-Nathan ¿dónde estás?
-No estoy en la base teki. Escuchame, pasame a buscar a esta dirección, no te sorprendas, es un hotel gay. Trame ropa para dos y mi computadora.
-Ok… ¿la computadora está en tu cuarto? ¿está cerrado?
-No, podés pasar. Estoy con otra persona también que me ayudó a salir.
-Bien, voy para allá.
Thom saludó a su mujer, le dijo que volvía enseguida y se fue al chantry a buscar lo que le había pedido su amigo. No le dijo a nadie donde iba, ni que Nathan había reaparecido. Tanto Nathan como Thom sabían que no iba a poder regresar al chantry sin saber primero qué le habían hecho lo tecnócratas.
Thom se quedó cinco minutos frente a la puerta del hotel dudando, juntó coraje y entró. Preguntó por su amigo y cuando lo vio lo abrazó, no tan efusivamente…
-Él es Benjamín, me ayudó a salir.
Ambos se dieron la mano y luego Nathan continuó:
-Vamos a ir a otro lugar- tecleó en su notebook y reservó una habitación en un hotel a tres cuadras.

Nic se había quedado en el chantry hasta no encontrar una nueva casa. Mientras buscaba en el diario recibió un llamado de la inmobiliaria. Le dijeron que el señor Anderson tenía una póliza de seguro contra incendio por trescientos mil euros, que fuera a la financiera a arreglar la entrega del dinero.
La sonrisa de Nic no se hizo esperar, ahora no tendría que alquilar, podría comprarse un departamento sin ningún problema. Cuando llegó lo atendieron y revisaron los papeles, estaba todo en orden. Nic quería el efectivo pero le dijeron que eso no era posible así que tuvo que ir al banco a abrir una cuenta.

Gunnar se despertó al día siguiente en su casa. Su mujer lo esperaba en el comedor para desayunar.
-Yo tengo que ir al Caern ¿vos vas a encargarte de tus asuntos?
-Sí, tengo que ver que pasó mientras no estuve.
Gunnar desayunó, se despidió de su mujer y tomó rumbo al chantry.

Gabriel luego de hablar con Solomon decidió ir al departamento de su alumna Rayna. Cuando llegó subió hasta el séptimo piso y vio que el departamento “C” estaba custodiado por dos policías. Obviamente cuando pidió entrar ellos le mostraron el diario con su cara en la portada.
Gabriel pensó que quizás unos billetes podían arreglarlo y sacó la billetera. Uno de los policías se resistió pero el otro que tenía mayor rango lo envió a custodiar a otro lado mientras recibía la coima y dejaba pasar a Gabriel. El departamento obviamente estaba vacío, pero él no se iría sin investigar a fondo.
Gabriel aprovechó la soledad del departamento para poder ver lo que sucedió esa noche. Comenzó a realizar unas katas y a manejar un ritmo respiratorio más pausado.
Con dolor volvió a ver la escena de él golpeando a los policías pero necesitaba ver más atrás. Había sentido magia y quería verificar eso.
Estaba en esto cuando escuchó la bocina del auto de Leti que estaba junto a Gunnar esperándolo abajo.
Efectivamente Gabriel pudo comprobar que los policías habían sido victimas de un efecto mental que provocaba en ellos una especie de reacción violenta y los hacía actuar de esa forma contra quienes se encontraran allí. ¿Quién, cuándo y por qué habían puesto ese efecto mental? Eso no pudo averiguarlo.
Trató de extender su visión hacia los pasos anteriores de los oficiales, pero solo descubrió que antes de ingresar el efecto mental no había sido activado hasta que cruzaron la puerta del departamento.
-Gaby, Gaby. Hey Gabriel- Escuchó una voz que le hablaba y que lo hizo salir de su trance.
Era Leti que lo habia venido a buscar.
–Para que viniste. ¿No sabes que nunca se debe volver a la escena del crimen?- dijo con su típico tono de voz.
Así decidieron marcharse mientras Gabriel ponía al tanto de lo que sucedió a Gunnar.

Nathan, Thom y Benjamin fueron al hotel que habían reservado. Allí Benjamin le contó a Thom sobre su estado de amnesia, mientras Nathan buscaba información en su notebook.
-Premio de química en Berlín, y aparece un nombre de una empresa de fármacos, Rasmuzen ¿la conocés?
-No.
-¿Por qué te fuiste?- le preguntó Thom.
-No me daba mucha espina, me usaban para experimentar, me inyectaban para acceder a mis recuerdos, una tal doctora Juliet.
-¿Cómo sigue esto? ¿Cómo pensás encontrarte con vos mismo?
-Quizás no quiero saber qué era antes.
Así Nathan se enteró que había salido del tanque bacta en que lo tenían prisionero gracias a un accidente provocado por Benjamín. A su vez le informaron a Thom cómo habían logrado salir de la base tecnócrata a través de la telaraña digital.
-La pregunta ahora es ¿qué me hicieron los tekis?- dijo Nathan.
-Sí, te voy a tener que revisar, sacate la ropa- le dijo Thom.
Ambos comenzaron a reírse.
-Ya me vieron en bolas una vez…- dijo Nathan y comenzó a desvestirse.
Thom talló un círculo en el suelo, se cortó y dejó que la sangre llenara el surco. Nathan estaba sentado en el centro del círculo. Thom se hizo una marca en la frente con su sangre y luego marcó de la misma forma a su amigo.
-Tenés algo en la sangre, en el líquido nervioso y algo grande en el corazón.
-Genial…
-Tu espíritu está bien, pero no podés volver al chantry.
-Me imaginaba, y no iba a volver hasta no estar seguro de que no fuera peligroso para los demás. Podría ver que es, pero necesito conectarme.
Benjamín tuvo una idea y le preguntó a Thom:
-¿Me prestás tu celular?
Thom lo miró, dudó y se lo extendió diciendo:
-Espero que no seas de la raza de Gabriel.
Benjamín abrió el celular y comenzó a modificarlo.
-Después te regalo otro…- dijo Nathan al ver la cara de su amigo.
-Usá esto- le dijo a Nathan que conectó el celular a su notebook y todos pudieron ver una especie de cien pies mecánico que rodeaba su corazón. En su sangre había miles de nanomáquinas que recibían órdenes, quizás de ese aparato. Nathan enseguida puso una guarda para proteger el lugar. Cuando intentó conectarse a una de las nanomáquinas enseguida sintió picazón en ese lugar de su cuerpo. Estaban detectando una anomalía y reaccionaban. Iba a ser peligroso conectarse a esa cosa.
-Va a ser mejor que te vea Leti- le dijo Thom- o Vicky, yo no sé nada de esto- Nathan puso cara de desaprobación cuando nombraron a su amiga.
Thom salió a hacer el llamado mientras Nathan tomaba control de las comunicaciones del hotel y le daba una línea segura. Benjamín se había encerrado en el baño, cuando salió ya no tenía el traje con el que había salido de la base tecnócrata, después se enteraron que lo había quemado, posiblemente hubiera algún tipo de filtración en la guarda a través de él.
-Leti, necesito que vengas, estoy con Nathan.
-¿Qué le pasó a Nathan?- enseguida Gabriel tomó el teléfono porque ella estaba conduciendo.
-Thom
-Gabriel.
-Escuchame, hablé con Solomon hoy, volvió a pedirme que no nos metamos en el proyecto EOS o Nathan se va, tiene una salvaguarda.
-Entonces el problema que tiene Nathan es por eso… Decile a Leti que necesito que lo vea ella.
Thom volvió donde estaban Nathan y Benjamín y esperaron a que llegara el resto de sus compañeros. Cuando llegaron Nathan abrazó a sus amigos y Leti se sorprendió al ver allí a un viejo conocido.
-¿Benji? Pensé que estabas muerto…
-¿Nos conocemos?- él parecía más sorprendido que ella.
-Sí, sos un cochino eterita, te vi en alguna convención en Berlín ¿posta no te acordás de nada? ¿Y Violet?
-No lo sé…
Nathan mientras daba vuelta el monitor y les mostraba a los presentes su pequeño pero a la vez gran problema.
-Mirá lo que me regaló tu amigo- dijo y lo miró a Gabriel.
Luego le informaron del pacto que Gabriel había estado negociando con Solomon.
-No quiero negociar con Solomon, esa es la última opción- dijo Nathan.
Pero no parecía haber forma de apagarlo o reprogramarlo sin que peligrara la vida del portador. Tampoco había forma segura de sacarlo.
-Voy al dojo a buscar el teléfono- dijo Gabriel.
-No, esperá- Nathan se conectó al móvil de Gabriel desde su notebook. La voz de Solomon se escuchó a través de los parlantes.
-Señor Larsen.
-¿Qué querés?- le dijo Nathan.
-Me gustaría hablar con el señor Larsen.
-Sí, claro, porque sabés que a él lo podés manipular. Está escuchando.
-Veo que hay reunión multitudinaria, solamente queremos que no interfieran con el proyecto EOS, nada más, los cargos serán levantados y el señor Phillips podrá librarse del aparato que le colocó su hermano.
-¿Y eso cuándo sería?- dijo Gabriel.
-Ahora mismo, si aceptan el pacto.
Gabriel lo miró a Thom.
-¿Tenemos un trato?- preguntó Solomon
-¿Los cargos serán levantados y liberarán a Nathan?
-Solo tienen que levantar la guarda y lo haremos.
-Tenemos un trato entonces.
Todos estuvieron de acuerdo, después de todo no había más opciones. Nathan levantó la guarda, casi al instante tuvo unas increíbles ganas de ir al baño. Benjamín golpeaba la puerta para que no tirara de la cadena pero Nathan no le hizo caso. No quería nada que tuviera que ver con su hermano. Además que no le gustaba la ida que examinaran sus propios excrementos…
-Sería bueno que vengas con nosotros- le dijo Thom a Benjamín. A su vez yo accedía a su celular desde la notebook para que pudiera contactarse con Gabriela en el chantry.
-Te está buscando tu mujer- Eli había llamado unas tres veces.
Thom llamó a Gabriela pero saltó el contestador, así que envió un mensaje:
“Estamos yendo al chantry con alguien que no es 100% confiable. Asegurate que haya las guardas suficiente y tendrás tu postre favorito”
“Ok voy para allá, traigan postre”.

Nic estaba finalizando de cerrar la compra de su nuevo departamento cuando recibió una llamada de Nathan, que según sabía estaba en manos de los tecnócratas…
-Nic- él no respondió- Soy Nathan.
-Ah, ok ¿y cómo puedo saber que eso es verdad? Se supone que estabas con los tecnócratas.
-Thom decile que soy yo.
-Es él Nic, nos vamos a reunir en el chantry por favor vení.
Y así se reunieron todos una vez más. Al llegar todos tomaron su lugar, excepto Vicky que se arrojó a los brazos de Nathan.
Había mucho que pensar. Primero la posibilidad de romper el pacto. Nic dijo que él no había participado de ningún pacto, pero era cierto que en ese sentido ya estaba involucrado por más que no quisiera.
Decidimos someterlo a votación, el resultado fue a favor de interferir con el proyecto EOS de todas maneras, de la forma más encubierta posible. Gabriel dijo que buscaría información de Caleb, con ayuda de Alex. Él había sido una vez su aliado ocasional quizás los ayudara ahora que parecía estar en contra de Solomon.
Nic iría a hablar con “los nocturnos” y trataría de averiguar su relación con el parlamento. Mientras Nathan ideaba junto a los virtual adepts un nuevo sistema que rivalizara con el proyecto EOS, aunque primero deberían averiguar en qué consistía el mismo y qué había detrás de él. A su vez tenían que buscar información de Pentex y su situación actual. Gunnar buscaría información con su familia, en especial sobre lo que había ocurrido con Pentex.
Una vez que tuvieran el nuevo sistema desarrollado, habría que presentarlo a la legislatura, Nathan sugirió que fuera un proyecto de la facultad, y que incluso podrían “dejarlo” a alguien para que se llevara el crédito y no exponerse ellos directamente. Sería una alternativa al proyecto EOS que hasta ahora no parecía tener ninguna oposición.

Thom se fue a su casa. Elli estaba con una amiga.
-Hola Thom. Vino Carla a visitarme ¿pero ya te vas no?
-Ok, llamame por el proyecto de las franquicias.
Le abrió la puerta y luego dijo:
-Maldita bruja, perdón, maldita tecnócrata.
-¿De qué hablaban?
-Por una franquicia de bares temáticos.
-Justamente estaba pensando en hacer algo en el bar. Un festival medieval que le recuerde a la gente que está en Inglaterra y no en “tecnolandia”.
-Sí, hay que conseguir sponsors, hacer estudios de mercado para ver si funcionaría…
-Podemos empezar hablando con las bandas.
-Ya entendí, querés que me ponga con esto.
-Sí, pero podemos hacerlo juntos.

Leti le mostró su habitación a Benji. Le dijo que lo había conocido en Praga, en una reunión de los Hijos del Eter, él estaba trabajando en un proyecto de química.
-Me habías dicho que me tenías que mostrar algo…
-Ah sí, te prometí llevarte al laboratorio que es donde trabajo.
El cuarto de Leti estaba lleno de herramientas, pedazos de metal y aparatos creados por ella misma. En los estantes había figuras de todo tipo. Benji agarró un balde y empezó a llenarlo de cosas. Leti pensó que debían ir de compras al día siguiente…

Benji recordó algo mientras buscaba las partes. Un profesor hablando, en el banco de al lado había una chica que escribió en un trozo de papel y se lo alargó sin que la vieran. Benji lo leyó, decía “Aburrido”. Sabía que a ella la conocía desde siempre.
Él le pasó otro papel que decía “A mí me gustaría que podamos hacer carrera con esto y poder darte todo lo que quieras”.
Ella le sonrió, pero al instante le volvió a dar otro papel que rezaba “Aburrido”.
Otra visión llegó a su mente, era una habitación, estaba junto a la misma chica y dos muchachos.
-Si mezclamos estoy y esto…- Benjamin escribía en una pizarra, sus compañeros lo observaban pero la chica leía un comic, acostada en la cama.
-¿No pueden crear algo copado?- les preguntó.
-Definí copado- dijo uno de los chicos.
-Algo tipo mágico, flashie, poderoso… como esto- dijo señalando una página del comic donde se veía una arma enorme que hacía explotar todo.
-Yo voy a crear cosas copadas para vos, te lo prometo- le dijo Benji.
Una visión más le mostró el lugar donde había encontrado el objeto. Volvió allí a medirlo nuevamente, como si no pudiera creer que tuviera esa cantidad de energía. El patrón era totalmente extraño. Vio una hilacha de luz y la siguió, hasta que el aparato con el que estaba midiendo estalló. Lo último que vio fue la hilacha dividirse y dirigirse hacia otros lugares.
-¡Hey Benji!- la voz de Leti lo sacó de su ensimismamiento- ¿Querés drogas? Tengo si querés…
Él se quedó pensando ¿qué era ese objeto? ¿y dónde estaba ahora?

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