miércoles, 3 de marzo de 2010

Mago 2º parte: Fecha 12

Maldición, no pude detener la salida de información y nuestras imágenes aparecieron en todos los monitores, todos los agentes menos los que estaban personificando Nic y Gunnar. No tenía forma de detener que se desparrama por la red de nanomáquinas que volaba en el mismo aire.
Tuve que crear un campo de Correspondence a mi alrededor y sacármelas del cuerpo ya que a orden de Caleb iban a empezar a reemplazar nuestro tejido y se iban a convertir en un hermoso efecto antimagia. Le avisé a mis compañeros mientras Nic y Gunnar se encargaban de sacar a Leti del tubo donde la habían dejado los tecnócratas, ahora desmayados en el piso por mi efecto eléctrico a sus cerebros.
No hubo tiempo, no pude buscar a Violet, iba a tener que esperar por el momento.
Nic activó la máquina y sacó a Leti a la que con suerte pudieron reanimar.
-Vayan a liberar a Jezebel, ustedes son los únicos a los que no identificaron, sáquenla de la base.
-¿Dónde está?- me preguntó Nic.
-En la habitación contigua a la de Solomon.
A Nic se le ocurrió que la podían sacarla con la excusa de que los subversores podían llevársela.
Les dije que estaba bien pero que salieran de la habitación, no era la idea que los identifiquen a ellos también, eran nuestra única posibilidad de liberarla. Mientras se iban vieron infinidad de soldados que se acercaban a nosotros, yo también los vi en la pantalla de mi notebook. Le di mi campera a Leti para que se cubriera lo mejor posible y le entregué mi arma.
Los soldados abrieron la puerta y vieron que no podían ingresar debido a mi campo de Correspondence, disparaban pero las balas no podían alcanzarnos.
-¡Traigan a los drones!
Tenía que sacarnos de ahí… pero a dónde… en fin, si ya todos estábamos identificados no había otro lugar. Nos trasporté a la habitación donde estaban mis compañeros, aún intentando liberar a Solomon.
Benji que ya no podía usar la red tecnócrata tomó sus dos armas y apuntó con una al agujero de arriba y con otra a la puerta.
Gabriel se acercó al campo electromagnético que retenía a Solomon y empezó a drenarlo, estaba loco, esa era una cantidad de energía enorme… sabía que iba a usar su propia vida si era necesario. Pero no podía ayudarlo, teníamos a los drones encima y si no los detenía, adiós “subversores de la realidad”.
Todo esto pasaba mientras Thom hacía lo imposible para reanimar a Solomon sin éxito y Benji ayudaba a Gabriel como podía.
Usé un efecto de tiempo en los drones para que actuaran más lentamente, pero las nanomáquinas ya estaban haciendo su trabajo y tanto Thom como Gabriel ya no podían hacer ningún efecto que alterara la realidad. Aún así Gabriel estaba quemando su propia vida para seguir absorbiendo ese campo, mientras Thom le pidió a Gabriela que se comunicara mentalmente con Solomon de una vez.
Más drones llegaron y no me quedó otra opción que bajar el campo de Correspondence para hacer un efecto de Forces que los deshabilitara. En ese momento Benji desapareció y cuando busqué a Violet ya no la encontré. Maldito Nord, ahora tenía a nuestros amigos y a la lanza de Mater, porque estaba seguro que la tenía Benji, bajo ninguna circunstancia se iba a separar de ella como yo no me separaba de la de Correspondence.
Gabriel estaba en el suelo debido a su gran esfuerzo por sacar a Solomon de su prisión, en su cara ya se veían escamas de dragón y su pelo había crecido, pero lo había logrado a un costo muy alto.
-¡Hacé algo mierda!- le gritó Thom y Solomon solo dijo:
-Ropa.
Pero nada apareció. No necesitó mucho tiempo para introducir su protocolo nuevamente en la base tecnócrata.
-Ahora sí: ropa- repitió y le apareció su clásico traje blanco.
Desactivó todos los drones y nos dijo:
-¿Pueden salir solos?
Acto seguido desapareció y Gabriela se fue con él.
Una imagen de mi hermano apareció en mi monitor.
-Disfrutá tus últimos segundos, hermanito.
Un punto negro de antimateria apareció frente a mí y no dudé un segundo en teletransportarlo hacia la habitación donde estaba John, pero no pude hacerlo. Tenía que hacer algo o íbamos a morir todos. Usé un efecto de tiempo para detener la explosión y Gabriel usó la fuerza que le quedaba para anular el efecto.

Nos teletrasporté fuera de la base aprovechando el caos y cuando salimos Thom agarró a Gabriel, ya casi mutado en dragón y lo tiró al río para que no siguiera acumulando paradoja, acto seguido lo siguió y le arrancó las escamas para volver a dejar su piel en el estado habitual.
Gunnar apareció a nuestro lado, y vimos como un arcoiris gigante se elevaba sobre la base tecnócrata. Lo habían conseguido, Nic y él habían liberado a Jezebel. Media base tecnócrata desapareció en el arcoiris, los cristales de la otra mitad estallaron. Un pedazo de tierra se elevó en el aire y quedamos todos sobre la isla que incluía al City Hall.
Thom llamó a Jezebel una y otra vez hasta que ella lo escuchó y se arrojó en sus brazos. Él trababa de calmarla mientras los demás teníamos que lidiar con el segundo al mando John Philips, y los cazas que habían mandado a matarnos.
Mi hermano tenía un solo objetivo, mi persona. Pero yo no lo iba a permitir, nos iba a trasportar al chantry en ese momento…
-Bien, ahora vamos a poder terminar esto, ¿o vas a huir otra vez?
-No hay tiempo para venganzas personales- le dije.
Pero Thom no quería que fuéramos al chantry, teníamos que ir directo a la casa de Gunnar, a buscar la otra lanza (la que estaba en la base tecnócrata la tenía Solomon). Pero los cazas, los soldados, John y los tekis nos impedían toda acción.
Gunnar estaba concentrado en su efecto de reforzar la celosía para que no pudieran cruzar las naves tecnócratas que estaban del otro lado, Nic apareció para volar a tiros a los soldados con su escopeta, mientras Thom lidiaba con Jezebel y yo con mi hermano y Gabriel usaba otra vez su fuerza para estallar los cazas o aplastar a los soldados con ellos.
John me disparó, intenté esquivar el disparo y no lo conseguí, pero solo porque estaba buscando su punto débil, sabía que el muy hijo de puta tenía los órganos cambiados de lugar en su cuerpo y sino le disparaba en los puntos vitales iba a ser inútil. Encontré la ubicación del corazón en su pierna y le disparé, pero no logré darle.
El segundo disparo me dio de lleno en la mandíbula, la sangre bañó mi ropa. No me importó, me teletrasporté detrás de él y le disparé donde tenía el cerebro pero él hizo lo mismo que yo y quedó detrás de mí. Apoyó su mano en mi espalda… Ahora sí estaba muerto, usé Forces para provocarle una descarga eléctrica que lo dejara hecho cenizas y así fue…
Miré a mis compañeros…
“Subversores de la realidad… tengo que matarlos…”
Los recuerdos se me estaban mezclando ¿qué me estaba pasando? ¿El maldito hijo de puta se había metido en mi cuerpo antes de que el suyo estallara?
-Siempre quisiste ser yo- le dije y traté de sacarlo de mi cuerpo pero no sabía si lo que había hecho era mental o espiritual, o ambas.
Mi pelo empezó a crecer y a enrularse, lo vi a Thom abrazado a Jezebel… tenía que matarlo, era un subversor de la realidad…
“¡No! No voy a matar a mis compañeros ¡salí de mi cuerpo mierda!”
Sé que Gunnar me ayudó a expulsarlo y por fin él comenzó a tomar forma otra vez fuera de mi cuerpo, no pensé solo lo encerré en una burbuja de espacio y le mandé una descarga a todas las nanomáquinas que lo estaban intentando reconstruir…
Mientras esto ocurría Caleb hacía acto de aparición en la terraza de la base, con un enorme cañón láser, y le apuntó directamente a Gabriel. Él movió su mano haciéndole señas de que se acercara, pero él no iba a hacer eso, iba a dispararle desde allí.
Gabriel sacó al dragón que voló hacia Caleb pero él logró teletrasportarse en el último segundo, pero el dragón lo siguió y rodeó lo que quedaba del City Hall.
-Tu dragón no va a hacerme nada si te disparo primero.
En ese momento apareció Solomon al lado de Caleb y le movió el cañón de la trayectoria.
El dragón de Gabriel engulló a Caleb mientras la “Isla” se venía abajo ahora que Jezebel se había calmado y ya no la sostenía.
-Vamos a la casa de Gunnar- me dijo Thom así que nos llevé a todos allí en ese instante.

Cuando entramos a la casa, Natasha estaba sentada en el suelo frente a la entrada, en pose de meditación. Tenía los ojos cerrados y la lanza atravesaba sus hombros de lado a lado.
-No la despierten- advirtió Thom- ¿Podés hacer algo?- le preguntó a Solomon.
-No lo sé, puedo intentarlo, pero no la conozco, alguien de ustedes va a tener que venir.
-Que vaya Gunnar- dije- Thom puede cubrir el plano espiritual, Nic y yo el físico y Gabriela y Solomon el mental.
Leti que se había llevado el cañón láser de Caleb apuntó a Natasha, se quedó junto a Gabriel dispuesta a protegerlo si era necesario.
No sé que habrá pasado Gunnar en la mente de Natasha pero no debe haber sido fácil, estuvo a punto de morir y Thom tuvo que traerlo.
Cuando Natasha se puso de pie le dije a Nic:
-No dispares si no nos ataca.
Pero Nic igualmente la apuntó con su arma.
Gabriela fue la primera en salir volando contra la pared.
-¿Ahora sí?
-No dispares- le repetí- todavía no.
Por suerte, sea lo que sea que haya pasado allí Gunnar lo consiguió y Natasha volvió en sí, le había pasado lo mismo que al hombre de Armenia, que había sido “absorbido” por la lanza de Mater y lo mismo que al líder Garou con la de Spirith. Parecía que las lanzas que no estaban selladas, o en posesión de la persona que resonaba con ellas, tenían el poder de controlar al poseedor.
-Perdoname, perdoname- le dijo Natasha a Gunnar y lo abrazó. Sabía que lo había matado, que sino hubiera sido por Thom, él hubiera muerto.
A pesar de todo, habíamos conseguido hacernos con la lanza de Mente que resonaba con Solomon. La lanza que había recuperado él de la base tecnócrata era la de Destino, contrariamente a lo que pensábamos, la que estaba en Jerusalén era la de Life.

Llamé a Hakan al chantry y no me respondió. Llamé a Vicky pero tampoco contestaba. Algo no estaba bien… miré yo mismo al chantry. El sello ya casi había desaparecido, Hiperion estaba allí.
Me desesperé, vi como usaba su poder para desintegrar las paredes y a los magos por igual….
-Hiperion está en el chantry- dije.
Thom palideció al instante, todos veían la situación en la pantalla de mi notebook. Busqué a Vicky estaba herida en el suelo, su mano apoyada contra una puerta, la había convertido en metal o alguna aleación más resistente. Hiperion la desintegró como si fuera papel. Detrás de la puerta, en la otra habitación, estaba Eli. No podía traerlas a ambas…
Usé la lanza de Correspondence, no sabía que efecto iba a tener pero no me importó. Teletrasporté a Vicky justo en el momento en que Hiperion deshacía su efecto y se disponía a matarla. Eli todavía seguía allí, tenía que traerla…
En ese momento un ciempiés gigante entró en la habitación, era la propia Emereth la que lo manipulaba. Había usado a los magos muertos en un oscuro ritual para traer esa cosa.
-No vas a tocarla- le dijo y arrojó a esa criatura contra Hiperion, pero él desapareció sin dejar rastro.
Traje a Eli que estaba muerta de miedo, Thom intentó calmarla, ella se abrazó a él muy asustada.
Vicky estaba viva pero muy herida, la levanté en mis brazos y sentí que me trasportaban a otro lugar, creo que fue Gabriela que nos llevó al chantry de Alejandría donde nos recibió una vez más la Matriarca de la casa Shaea.

Fue el momento en que nos recuperamos de nuestras heridas, me quedé al lado de la cama de Vicky hasta que ella se recuperó. Había estado a punto de perderla y por primera vez sentí que si a ella le pasaba algo iba a destruir todo lo que se me cruzara de la forma más violenta posible. La amaba y ese maldito estuvo a una milésima de segundo de quitármela… me las iba a pagar…
Cuando estuvimos todos bien nos volvimos a reunir. Sabíamos que Stoltiris había muerto, Hakan y sus acólitos también, ahora el caos temporal también había llegado a Europa. Si había existido alguna vez el cristianismo, ya nadie lo recordaba.
Solomon y Gabriela aparecieron después. No faltó mucho para que el muy idiota empezara a dar órdenes como si fuéramos sus soldados, sé que a Gabriel le gustaba tenerlo de líder pero a mí no, de hecho cuanto más lejos estuviera mejor. Por suerte Thom tomó las riendas de la situación y los mandó a ellos a ayudar a Benji mientras nosotros íbamos a Jerusalén a buscar la última lanza (y a pelearnos con el último demonio). Todos estábamos de acuerdo en que era Nord el que tenía a Benji y a Violet, no había mucho misterio al respecto.
-En este tiempo aprendan a usar la lanza- nos dijo Thom.
Sí claro, como si fuera tan fácil.
Gabriel dijo que necesitaba descansar que no podía usar magia, estaba cubierto de paradoja después de todos los efectos burdos que había hecho en la pelea contra los tecnócratas, no digo que no haya sido efectivo, pero ahora él necesitaba algo que no podíamos darle, tiempo.
Como consecuencia comenzó a discutir con Thom, otra vez, le dije que no era necesario que utilizara su magia, que podía hacer otras cosas, pero no, él se empecinaba con lo mismo, iba a volver a sacar al dragón y se iba a morir en el intento, y parecía que eso no le importaba.
Dejé a Thom y a Gabriel en la sala, que se mataran, ya estaba harto de interceder en sus peleas, y menos en un momento como el que estábamos pasando. Los dejé con Leti y con Eli, esperaba que ellas tuvieran mejores resultados que los que había tenido yo durante todo el tiempo que los conocía.
Me fui con Vicky a la habitación que me habían asignado en el chantry, si ese iba a ser mi último día en este mundo, línea temporal, o universo paralelo, quería estar con ella.
-¿Estás bien?- me preguntó, era un alivio volver a escuchar su voz y una alegría que me volviera a preguntar lo mismo otra vez.
-Sí ¿vos estás bien?
-Estoy bien ¿Qué vamos a hacer cuando todo esto termine?
-Podríamos ir al cine, a bailar, a cenar… todas las cosas que no podemos hacer ahora por estar “salvando al mundo”.
-Podemos ir a ver una peli en 3D.
-Sí, eso estaría muy bueno- le sonreí.
-Tenés algo acá…
Me tocó la cicatriz que me había quedado en el rostro por el disparo que me dio mi hermano, pero todo era una excusa para acercarse a mí y besarme.
-Es un regalo de mi hermano, creo que está muerto… aunque no estoy seguro.
-Quiero ir con vos.
-No, es muy peligroso.
-Voy a ir te guste o no…
La verdad es que quería ir con ella, tenía miedo de que le pasara algo, pero a su vez sabía que iba a poder protegerla mucho mejor si estaba conmigo.
-¿Tenés que ir a entrenar con la lanza esa ahora?- me preguntó sonriendo. Yo me acerqué a ella y la besé.
-Eso va a esperar.

*****

Tuve mucho miedo, sabía que si en ese momento no la traía ella iba a morir, pero a su vez, en ese momento mi mente estuvo fría y controlé la situación lo mejor que pude.
-¿No voy a poder disuadirte de que vengas conmigo?
-Lo dudo...- me dijo y se abrazó a mí, su cabeza descansaba sobre en mi pecho.
-Entonces escuchame. Hay nueve portales que vamos a tener que cruzar, sino derrotamos a Hiperion en los nueve tiempos todo lo que hicimos hasta ahora va a ser en vano y todo el mundo va a ser un caos y va a estar bajo su control.
-Lo sé, por eso quiero ir.
-No sé en qué tiempo vamos a caer, voy a intentar averiguarlo, pero no sé si voy a poder hacerlo. Muy probablemente no podamos usar ahí nuestro foco habitual… Nada que no se pueda solucionar con lápiz y papel, pero aún así podemos caer en un tiempo donde no existan las matemáticas como nosotros las entendemos.
-No creo que sea más peligroso que lo que tuvimos que vivir en el chantry de Estambul… Ni lo que ustedes tuvieron que pasar en la base tecnócrata…
-Puede ser, pero quiero que te quedes siempre al lado mío, cuando active los escudos los voy a activar para ambos. No te separes ni un segundo de mí ¿prometido?
-Prometido. Pero vos prométeme algo a mí. No me transportes al chantry, pase lo que pase. Si voy a ir con vos, voy a volver con vos.
-Lo prometo- le dije y la besé- además hay una niña muy bonita que espero que también nazca en nuestra línea temporal.

*****

Entrenamiento (texto posterior a la crónica)

Vicky todavía estaba dormida cuando me desperté. Ella se movió un poco cuando me levanté pero se dio vuelta y siguió durmiendo, le acaricié el pelo y salí. Decidí que iba a ser mejor ponerme a trabajar en la lanza de correspondence, no tenía idea como iba a usarla, lo había intentado cuando traje a Vicky pero… no había sentido ninguna diferencia.
Supuse que habría en ese lugar alguna “habitación del tiempo” como tenía Hakan, pero como todavía no sabía dónde estaba, y nadie me lo había indicado usé mi propio espacio temporal para entrenar.
Usar la lanza de Longinus, o mejor dicho una copia de ella, la original seguramente la tenía Hiperion… era demasiado poder para una sola persona… todavía no sabía qué era lo que estaba buscando, su objetivo final ¿Qué es lo que querés maldito? ¿Vas a sacrificar a toda la humanidad para eso?
Lo primero que hice fue codificar la lanza, podía sentirla, podía sentir que estaba ligada a mí de alguna forma, resonaba conmigo así como también con las otras lanzas, sentí las demás lanzas menos la de Benji, no podía encontrarla… esperé que mi amigo supiera cómo salir de donde sea que lo habían llevado, o al menos que pudiera sobrevivir hasta que Solomon y Gabriela llegaran a ayudarlo. Yo no podía hacer nada, pero me concentré en lo que sí podía hacer.
“Bien, creo que lo mejor va a ser empezar por lo básico…”

01101110 01101111 00100000 01100101 01111000 01101001 01110011 01110100 01100101 01101110 00100000 01101100 01100001 01110011 00100000 01100100 01101001 01110011 01110100 01100001 01101110 01100011 01101001 01100001 01110011
“No existen las distancias”

No solo no existen las distancias sino que el espacio existente entre ellas es relativo y se puede modificar el espacio alrededor de cualquier objeto para hacer que parezca más grande o más pequeño… puedo trasladarme a cualquier parte del mundo, puedo trasportar a otros conmigo, puedo trasportar objetos, eso ya es tan normal para mí como hablar por teléfono…
Ahora Aslan era más fuerte, lo sentía, se había vuelto más fuerte después de lo que pasó al enfrentarme a los tecnócratas… y a mi hermano… lo habían atado a mí de alguna forma en tiempos muy antiguos, lo sentía mi avatar, desde siempre. Yo también me había vuelto más fuerte, ¿pero iba a ser suficiente para manipular la lanza?

Coding = Lance + Correspondence

Tenía la estructura de la lanza codificada en bits en mi notebook, la sentía en resonancia conmigo, cómo si me estuviera llamando, como si me estuviera diciendo que la use pero ¿Cómo? ¿Cómo podía combinar mi propia fuerza, mi propia forma de entender las distancias con esa lanza?
“Tengo que ser uno con esa lanza así como soy uno con mi avatar…”

01010101 01101110 01101111 00100000 01100011 01101111 01101110 00100000 01101100 01100001 00100000 01101100 01100001 01101110 01111010 01100001
“Uno con la lanza…”

Sí, quizás funcionaría de esa forma… codificar mi propio cuerpo en bits, codificar mi propio ADN y entrar en el “espacio” que ocupaba la lanza, pero si salía mal… ¿cómo iba a poder salir?
Coloqué un microchip en el mango de la lanza para empezar a experimentar. La trasporté a algunos metros de mí, luego a mi mano, luego me teletrasporté con ella. No parecía haber ninguna diferencia, tenía que probar todas las opciones…
Codifiqué mi propio cuerpo, la estructura de mi ADN en bits y la instalé en el microchip que había colocado en la lanza y me conecté a él…
Al principio no sentí nada extraño… hasta que vi que estaba de nuevo en esa Isla en el medio de la nada. Aslan estaba frente a mí.
“Aslan…”
“Esta vez yo no te llamé” me dijo.
No tenía mi notebook ahí, de hecho no tenía nada, estaba desnudo frente a mi Avatar, como las otras veces.
“No, creo que esta vez vine solo…”
“¿Y a qué se supone que viniste?”
“A buscar mi lanza”
“Ya tenés tu lanza”
“No. Tengo la lanza “físicamente”, pero no soy uno con ella… tengo que ser uno con ella si quiero poder dominarla”
“¿Y para qué querés eso?”
“Para destruir a Hiperion, para eso estamos haciendo todo esto, para que nuestro ‘mundo’ no se vaya al diablo”
“¿Y creés que esta es la forma correcta?”
“No lo sé, simplemente estoy intentando lo que puedo, nadie me enseñó nunca como programar la lanza de longinus”.
“Bueno, ya sabés como salir de este lugar, ¿o tengo que volver a explicarte?”
“Ya sé cómo salir de este lugar, pero no voy a salir hasta no haber encontrado lo que busco”
Miré para todos lados, pero no vi nada, cerré los ojos, me olvidé de la Isla, me olvidé de todo lo demás y traté de sentir mi lanza, sabía que estaba cerca de mí en el “mundo real” tenía que estar acá también en algún lado. Cuando volví a abrir los ojos la lanza estaba frente a mí, solo un aura dorada con la forma de la lanza. Ese lugar era mi interior, ahí siempre me encontraba con Aslan, ahí también me tenía que encontrar con la lanza si quería que fuera una conmigo y con él.
“Bueno, parece que ya lo encontraste”
Me acerqué a la lanza y la toqué, sentí su poder fluir conmigo y con Aslan.
Si todo iba como pensaba una vez que tuviera la lanza allí no necesitaría más mi foco… Con la lanza en la mano pensé en teletrasportarme a la otra punta de la Isla flotante y lo logré ¿pero había sido la lanza o había sido yo?
“Creo que funcionó, Aslan, aunque no estoy seguro… ¿creés que pueda hacer lo mismo estando afuera?”
“No lo sé si vos no lo sabés, vas a tener que averiguarlo”
“No existen las distancias”
Di un paso y me encontré nuevamente en la habitación que había elegido para entrenar. Estaba otra vez en mi cuerpo, la caja con la lanza frente a mí.
Ahora la lanza se veía igual pero sin esa aura a su alrededor, no la veía pero la sentía. Dejé la notebook y tomé la lanza entre mis manos, volví a hacer lo mismo que estando en la Isla con Aslan.
“No existen las distancias”
Pero no me moví ni un centímetro.
“Mierda, esto no va a ser tan fácil… Si me salió estando allá, ¿por qué no puedo hacerlo acá?… Quizás estando afuera si necesite mi foco… pero cómo voy a saber si es la lanza o yo el que está haciendo el efecto… no, tengo que eliminar el foco…”
Le saqué el chip al mango de la lanza. Ahora la tenía en mis manos, no tenía ni notebook ni tampoco la lanza estaba “conectada” al chip. Solo la lanza, Aslan y yo, como en la Isla. Bien empecemos por lo más fácil. Ahora no estaba usando ningún foco pero seguía sintiendo la resonancia de la lanza conmigo, aunque más débilmente. Intenté trasladarme usando la lanza, nada, no me moví ni un milímetro…
“En fin, debí imaginar que no sería tan fácil”.

No hay comentarios: